Mi Jefa, mi Ama (Parte 8 final) (Por Lothbrok )

 

Era ya mi último mes de servicio y las cosas han sido bastante extrañas para un chico que aparentaba ser la persona más normal en el mundo y de repente todo cambio, pase de ser un simple estudiante de finanzas a perro sumiso de quien era mi Jefa de servicio social, como fue que se dio todo esto me preguntaba todo el tiempo, como fue que yo había llegado a degradarme tanto solo para complacer a una mujer, es que será que todos los hombres somos así, todos tenemos ese sentimiento de someternos a alguien dominante?, o será que las cosas que decía mi Señora eran ciertas, que los hombres solo existimos para servir a la mujer?, las preguntas cada vez se hacían más sonantes en mi cabeza, pero por cada día que pasaba con mi Señora era como si ella me diera la respuesta a cada una de ellas.

Llegue a pensar que ella tenía razón, que en el fondo todos los hombres somos sumisos en nuestra parte más profunda de nuestro ser, solo se necesitaba el estímulo perfecto para despertar en nosotros nuestra verdadera naturaleza, me daba miedo pensar en esa realidad, pero quizá esa era la verdad y quizá en un futuro las mujeres finalmente esclavicen a los hombres en su totalidad.

Se acercaba más y más mi último día en el servicio pronto tendría que decir adiós a todo lo que he vivido durante estos 6 meses, puedo decir sin exagerar que han sido los meses más duros de toda mi vida, pero al mismo tiempo han sido los más placenteros, es como si en la sumisión y el dolor hubiera encontrado la verdadera felicidad, quizá el destino era muy cruel porque tendría que dejar a quien he adorado tanto, me quedaría solo con la resignación y el dolor de no haber podido ser más.

Mi Señora repentinamente cambio radicalmente su actitud conmigo en las últimas semanas, un día solamente dijo “Entrégame las llaves de mi casa, no quiero verte temprano a partir de ahora, a partir de hoy solo cumplirás tus horas de servicio y te limitaras a ser mi chofer solamente, lo que hagas ya con tu tiempo libre será cosa tuya” yo dije “Pe…pe…pero Señora” respondió algo enfadada “No me llames Señora yo soy tu jefa y tú eres mi servicio de turno, y te referirás a mi como Jefa o Licenciada así que limítate a cumplir con tus funciones normales, por hoy te dejo el día libre vete a casa y mañana limítate a tu rutina”

Sentí un gran vacío en el corazón solo me fui a casa ese día, cuando llegue solo me encerré en mi cuarto, llore por un rato desconsoladamente, era como si el amor de mi vida me hubiera cortado abruptamente y en mi tristeza, abrí mi cofre secreto donde había guardado aquella braga que ella me regalo, la braga con la que empezó esta historia.

Esnife fuerte, quería hundir mi mente en la esencia de mi Señora, esnife con todas mis fuerzas, olfateando cada rincón de esa pequeña braga, con cada bocanada de aire venían a mi mente todos los momentos que pase con la Señora Aurora, todo el entrenamiento que ella me hizo pasar para que yo aceptara mi verdadera condición, no quería creer que todo fue en vano, quería creer que todo esto tenía algún significado solo que aún era bastante ingenuo para descubrirlo.

La universidad ya nada significaba para mí ya solo me dedicaba a perder el tiempo me invadían ansias enormes por volver a casa de la Señora y realizar su quehacer, estaba desesperado por dentro, y me sentía sin rumbo me sentía sin un propósito o una razón para existir, hubiera preferido ser castigado de la peor forma posible con el látigo a pasar este suplicio, mi cabeza estaba fragmentada.

Llegaba la tarde y mi Señora de repente empezó a ser sumamente buena conmigo yo tenía ya prohibido de recibirla como antes hacía bajándome del coche, abrirle la puerta y recibirla, ahora solo debía esperarla adentro sin bajarme y sin decir ni una sola palabra, ella entraba y decía “Buenas tardes Luis” me dijo en un tono muy amable yo respondí “Buenas tardes Se…Lic. Aurora” no sé si fue mi imaginación pero la vi esbozar una pequeña sonrisa.

Me dio la agenda de donde debíamos ir y yo solo me limitaba nuevamente a llevarla a su destino, de vez en cuando ella me hacía platica, la verdad no le importaba si yo respondía o no, solo tocaba temas de trabajo o alguna conversación ambigua que no iba a ningún lado, empezó a tratarme como una persona normal y yo me sentía de lo más incómodo, otro día estaba corto de dinero aunque no era ya algo ajeno para mí, ya me había acostumbrado a sobrevivir con el mínimo, mi estómago volvía a gruñir de hambre, por un momento me sentí feliz porque pensé que ella me castigaría y me volvería a hacer comer del piso como ella solía hacer pero me lleve una gran sorpresa.

“Oh vaya no has comido nada en el día verdad pequeño, tranquilo no llevamos prisa, busquemos algo de comer y luego continuamos” su tono fue demasiado amable, fuimos a un restaurante en una de las zonas exclusivas de la ciudad, era bastante elegante, apenas y mi traje pasaba los altos estándares del lugar, se veía muy lujoso y caro, impagable para alguien como yo.

“Ven Luis vamos a comer juntos” me decía aun siendo amable, yo con respeto y humildemente respondí “Pero esto no puedo pagarlo Lic.” ella rio y dijo “No te preocupes yo te invito ahora solo siéntate y disfruta la comida”

Toda esta situación me resultaba demasiado incomoda, yo solo deseaba comer a sus pies y ella me daba el trato más humano posible, no comprendía nada, estaba en una total confusión, aquella mujer altiva, dominante y cruel parecía ser solo una fantasía como si nada de lo que pase en los últimos 5 meses nunca hubieran pasado, ahora ella era la mujer más amable y dulce que cualquier hombre se pudiera haber imaginado, la comida transcurrió normal, sin mucha platica yo no sabía que decir me sentía bastante incomodo estando entre tanta gente.

Pasaron así las últimas semanas, y el momento final había llegado, ese día era mi último día de servicio, había llegado al fin un día que no hubiera querido que llegara, pero era hora de volver a la realidad supongo, yo estaba resignado ya y solo me decía a mí mismo, que la vida sigue, no sabía que me depararía el futuro pero bueno supongo que tengo el camino claro de que quisiera hacer más a futuro ahora que conozco lo que realmente soy.

Ese día no me dieron la paga, decían en recursos humanos que el pago se retrasó y me lo darían en cuanto firmara mis papeles de baja, no me inmute solo dije que estaba bien e hice mi último día normal, ese día mi Señora fue fría y distante como la primera vez que la conocí, yo al menos hubiera querido me dijera algo por ser mi último día pero me trato como si no hubiera pasado nada.

Llegamos a su casa esa noche y cuando entregue las llaves de su vehículo solo hice una reverencia educada y le dije “Gracias por darme la oportunidad Lic. Aurora” ella sonrió “Gracias a ti pequeño” procedí a retirarme y ella me dijo “Espera, tengo algo para ti en compensación por tus meses de servicio” fuimos a su despacho que estaba en su casa y en el escritorio me mostro algo que jamás creí ver, eran mis papeles de liberación sellados y firmados personalmente por la Señora y no solamente eso, había un sobre con mi paga de ese mes, más un retroactivo por los otros 5 meses, y como detalle extra, la Señora había hecho una carta de recomendación para mi firmado con su puño y letra.

“Lo has hecho bien querido Luis te lo mereces, podrías llegar a ser algo en esta carrera ahora solo necesito que me firmes los papeles de la baja y podrás irte” fue el acto más bello y más amable que jamás nadie tuvo por mí era como tener las llaves de liberación, aunque aún me sentía triste porque ya no podría verla nunca más y estaba en un debate pero ahora supongo no habría vuelta atrás, la pluma estaba a un lado de los papeles y de repente ella tomo suavemente mi mano.

“Espera cariño aún falta más” yo solo respondí “Que es lo que falta Señora” “Espera y veras” de su escritorio en un cajón oculto saco otros documentos pero estos eran diferentes, mis ojos se abrieron grandes cuando leí de que eran, esa era una carta con sellos de la universidad escrita a mi nombre donde yo voluntariamente solicitaba mi baja de la carrera por falta de desempeño solo hacía falta mi firma para hacerla valida y yo estaría dado de baja definitivamente de la universidad.

No solo saco eso del escritorio, saco otros documentos en el encabezado decía contrato de esclavitud, junto con un collar y una placa que decía “Propiedad de Ama Aurora” y una caja pequeña tenía un moño azul diciéndome que ese era un regalo especial, ella soltó mi mano en ese momento y me dijo “Bien querido Luis lo has hecho bien todo este tiempo y llego la hora de que tomes la decisión más importante de tu vida, por un lado tienes las llaves de tu libertad, tómala y llega lejos, ten una carrera y crece profesionalmente, por otro lado aquí tienes tu sentencia de esclavitud pequeño, me has servido muy bien y he quedado demasiado complacida contigo, te estoy dando el regalo más valioso que un Ama le puede dar a alguien como tú, te estoy dando el regalo de la esclavitud, te daré el privilegio de que me sirvas por siempre, todos tus días los dedicaras a servirme, a adorarme, a reverenciarme, a amarme, no te daré otra oportunidad como esta, es hora de que el niño se haga un hombre y decidas tu destino”.

Yo me quede paralizado, mi corazón empezó a latir con rapidez podía sentirlo como se me salía del pecho no sabía que decisión tomar, ella solo con voz tranquila me dijo “Tomate tu tiempo querido Luis pero no demores demasiado no puedo estar aquí toda la noche” pensé en mi por un momento, en verdad quería la libertad? Si la obtenía que es lo que haría con ella? aun con la recomendación de la Señora tendría que seguir peleando en la vida para ser alguien, tendría que seguir esforzándome y quizá sufrir para llegar más arriba.

Tuve una epifanía entonces, por otro lado si me condeno a la esclavitud ya no tendría que pelear más, todo terminaría, solo debo complacer a mi Ama en todo lo que ella me pida solo debo servir y obedecer y eso es algo que no se me hace difícil, con mi Ama yo ya era algo, era su esclavo, su perro, mi vida tendría un sentido si yo decidiera ser su esclavo yo tendría un propósito claro el cual era servirle y serle obediente, yo la amaba y deberme a ella es algo que he deseado por dentro, tendría una verdadera libertad porque en la esclavitud encuentro la verdadera felicidad, no viviría ya sujeto a las ataduras de la moral y el pudor, tendría la libertad de expresar lo que realmente soy.

Estaban los dos documentos enfrente mía ambos con su respectiva pluma esperando solo mi firma, entonces la Señora imperativamente dijo “Decide Luis, se un hombre y toma la decisión”, yo tome la pluma de la baja de la universidad y con manos temblorosas empecé a escribir en la línea de firma, ella sonrió, se sentía feliz por mi decisión, ella entonces me agarro por detrás, empezó a jugar con mi pene que tuvo una gran erección por debajo del pantalón al solo sentir el roce de sus manos.

“Tranquilo querido ya casi lo logras, estoy muy orgullosa de ti pequeño, has tomado la decisión correcta y a merita un gran premio por ello” termine de firmar la baja de la universidad y después ella me beso apasionadamente en los labios, me beso con mucha intensidad, sentí como su lengua se metía en mi boca, era la sensación más hermosa que nunca antes había sentido, ese era mi primer beso, y pude sentir los carnosos labios de mi Ama en toda mi boca, me sentía libre, pleno y lleno de felicidad.

Yo entonces instintivamente seguí sus besos y ambos empezamos a besarnos apasionadamente, cuando terminamos, ella me llevo a su cama, se quitó la ropa enfrente de mí y por primera vez pude ver la desnudez de mi Ama completamente y era una Diosa encarnada era la vista más hermosa que mis ojos jamás pudieran haber visto, por primera vez pude ver sus senos, eran grandes hermosos de piel muy suaves, ella me dijo entonces “Desnúdate Cariño y compláceme solo por hoy te convertirás en un verdadero hombre y al fin me entregaras todo de ti” en efecto quizá solo había una cosa que ella aun no poseía y esa era mi virginidad pues yo jamás tuve relaciones con ninguna mujer y ella lo sabía.

Estaba totalmente erecto, mi Ama solo lamio sus labios y dijo “Parece que el niño ya no es un niño después de todo, me voy a divertir mucho con este juguetito que rebosa de toda su juventud” se acercó y empezó a chuparme el pene fue algo supremo estaba perdido en el placer podía sentir como su boca engullía el tronco de mi pene completamente era toda una sensación nueva, no sabía si todo aquello en verdad estaba pasando o si solo yo estaba teniendo el sueño más hermoso de toda mi vida.

Ella termino de chuparme todo el pene y dijo “Mmmmm ya es hora lindo, es hora de que tome lo que por derecho es mío, te cogeré, tomare esa virginidad tuya y al fin me darás todo de ti, ya nada será tuyo, tú me perteneces por completo” yo me puse debajo de la cama y ella se puso arriba acomodando mi pene para meterlo en su encharcada vulva y empezó a sentarse en mi pene lentamente, pude sentir toda la calidez de su vulva pude sentir el máximo placer que jamás en la vida podría volver a sentir, empezó a aumentar el ritmo de sus caderas y podía sentir todo su cuerpo subiendo y bajando, su vulva se aferraba a mi pene y era presa de un poderoso agarre, estuvo por varios minutos montándome, tomando toda mi virginidad, para mí era un sueño hecho realidad.

Siguió cogiéndome hasta que ella estaba a punto de tener su orgasmo “Al mismo tiempo cariño, dámelo todo, tu semilla me pertenece, dámela en mi interior, entrégate solo a mí, se mi esclavo por siempre se solo mío” yo solo dije “Si mi Ama” y tuve una enorme descarga en su interior, su vagina absorbió gran parte de mi semen, y la otra que quedo sobrando la succiono con su boca de mi pene.

Ella entonces recuperándose de su orgasmo me dijo “Límpiame, limpia tu desastre” yo feliz empecé a lamer su vulva no me costó ningún trabajo limpiarla, tuvo un segundo orgasmo cuando lamia su vulva, y me dio su lluvia directo en mi boca como recompensa por satisfacerla” ambos quedamos tendidos en la cama y ella me dijo “Espero te haya gustado perrito, ese fue tu primer y último orgasmo jajajajajaja” dio una risa perversa y de repente oí un click, la caja con el moño azul estaba abierta cuando comencé a recuperarme y lo vi en mi pene nunca había visto ese objeto en mi vida, ella al ver que no sabía que estaba pasando me dijo “Eso querido, es un cinturón de castidad, eso te ayudara a mantenerte concentrado en tu verdadero objetivo que es servirme, a partir de ahora yo controlare cuando tienes placer y cuando no, y por ahora tu pene pasara un largo tiempo en esa pequeña jaula y yo me quedare esta pequeña llavecita que es la que le dará su libertad cuando yo así lo decida, la pondremos en un lugar seguro pequeño” la colgó entre sus enormes pechos, tomo mi cabeza y me puso la cara entre ellos “Mírala de cerca perrito aquí estarán a salvo, ahora mama mis pechos dame un tercer orgasmo con tu cinturón nuevo” puse mi boca en sus pezones y empecé a mamar primero como un niño pequeño y después lo hice más bruscamente “Así perrito así, muérdeme, come de mis pechos mmmm” intente tener erecciones pero el cinturón lo impedía, lastimaba si intentaba tener una erección, esto me ayudo a concentrarme mejor en mi tarea y mame con más fuerza hasta causarle un tercer orgasmo “Oh siii perrito que bien que lo has hecho, ahora te mostrare tu futuro pequeño” me puso el collar con su respectiva placa y me llevo a su sótano “Vamos perrito pero tú debes ir a cuatro patas recuerda los animales no caminan y tú a partir de ahora dejas de ser humano para ser mi perro, cuando tengas que decir una palabra tendrás que ladrar porque así es como los perros se comunican con los humanos entendido?”

Solo dije “Woof woof” ella se complació y fuimos al sótano, vi un cuarto oscuro, apenas unas velas dejaban ver que era y se podía divisar una gran jaula “Este será tu nuevo hogar de ahora en adelante perrito, no eres feliz?” yo solo ladre “Woof woof” de repente apareció la Señora Cristina, vestida con un elegante y largo vestido negro, no sabía el porqué de la vestimenta, no sabía que pasaría en los días por venir, pero eso ya es otra historia. Al final mi Jefa se había convertido en mi Ama.

FIN



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