ZAPATOS NUEVOS
ZAPATOS NUEVOS
(Por Esclavo imaginario)
Ella está en su
trono a sus pies hay dos cajas de zapatos nuevos. Llama a su
sumiso.
"Deja lo que estés haciendo y ven aquí"
El esclavo acude desnudo y se arrodilla a sus pies. Le indica que coja los zapatos de una de las cajas y se los calce. Se los quiere probar y ver como le sientan y se siente con ellos. Los zapatos son cerrados de color rojo. Ella se levanta y empieza a caminar por la estancia. Se observa en un espejo de pie. Ordena al esclavo que se acerque hasta ella. Los dos estan frente al espejo, él de rodillas. Le pisa la espalda y lo doblega mientras sigue observándose en el espejo.
"Me encantan, que bien me sientan"
Ejerce más presión sobre la espalda de su esclavo y le pregunta:
"Te gustan?"
"Si mi ama me encantan"
Ella se recrea frente al espejo, deleitándose con la particular estética del poder femenino.
"Mira al espejo esclavo... Este es tu sitio, bajo el poder de mis tacones"
Seguidamente le ordena ponerse a cuatro patas y se sienta sobre él.
"Y esto es una pequeña muestra de lo que te pasará si te mueve un solo milímetro de tu sitio" Zas Zas Zas Zas!!
Se incorpora del lomo del esclavo y vuelve a pisarle con sus zapatos nuevos. Después se dirige otra vez a su trono. Le ordena calzarle el otro par de zapatos. Estos son negros con tiras doradas y tacones estratosféricos. Ella extiende sus piernas y observa como le quedan. Se levanta y le indica al sumiso que se levante. El esclavo esta frente a ella. A los pies del trono hay un apoya pies. Se dirije a su esclavo en un tono tan meloso como impostado.
"Te noto triste. Pobrecito te han dolido los azotes lo sé... Pero son necesarios pq los esclavos soléis olvidar con frecuencia quienes sois y a quien pertenecéis y hay que recordároslo... Los azotes es algo que tu necesitabas.. Tu Diosa, sabe lo que tu necesitas en cada momento como nadie lo puede saber, por eso soy la Diosa que tu has elegido servir.."
Su mano empieza a sobetear su entrepierna..
"Porque yo soy tu Diosa, tu única diosa ¿verdad? ¿No te habrás vuelto un perro politeísta? ¡Mírame perro cuando te haga una pregunta me miras a los ojos ¿A quien perteneces?"
"Ahhh a ti mi Diosa"
"Y a quien mas?"
"Ahhh solo a ti mi Diosa"
"Bien ... Ahora quiero que te arrodilles y deposites tu colita en el apoyapies"
El esclavo obedece. Ella se sienta y descansa uno de sus pies calzados sobre el apoyapies, pisando la polla del esclavo.
"Mmm Me quedan divinamente estos zapatos, dignos de una Diosa como yo y que bien pisan, son perfectos... ¿Sabes? Llevo dos días encontrándome pelos en la bañera y son pelos de perro... Estas relajándote y descuidando tus labores domesticas"
"Ahhh Piedad Mi Diosa"
"No voy a tolerar ni un descuido mas ¿entiendes?
mírame y dime que lo entiendes"
"Lo.... entiendo … Mistress"
Ella levanta su pie y deja de pisar la polla del esclavo.
"Unos zapatos nuevos siempre son un motivo de alegría para el alma fetichista de un esclavo, son un gran regalo de la Ama, así que ríndeles el homenaje que merecen"
El esclavo se inclina y lame los zapatos nuevos. La mano de su dueña acaricia su cabeza.
"Así me gusta verte feliz. Nunca olvides que tu felicidad es lo mas importante para mi"
Le ordena parar e incorporarse, con la punta de su flamante zapato empieza a juguetear con la cola del sumiso.
"Mueve la colita para tu ama"
El esclavo se zarandea para mover el pene.
"Muy bien... buen perrito, feliz de pertenecer a su Dueña.. Así me gusta"
A continuación le ordena descalzarla y colocar los zapatos a un lado. Ella descansa sus pies desnudos sobre el reposapies.
"Vamos a hacer un juego que he pensado para que desarrolles tu sensualidad... Verás.. A una mujer cada par de zapatos nuevos la reviste de una energía distinta, que de alguna forma regenera su poder de Diosa. Cada par de zapatos nuevos, producen matices diferentes en el poder de una fémina. Andas diferente, pisas diferente, incluso el ruido que producen tus tacones al caminar se presta a detalles y por suesto, producen un olor distinto en tus pies, según te calces unos zapatos u otros. Es un misterio que un buen sumiso debe lanzarse a descifrar, porque así siempre sabrá elegir los mejores zapatos para su Diosa ¿entiendes?"
"Si mi Ama y Señora"
"Te voy a explicar el juego.... Primero olerás los dos pares de zapatos nuevos, después te vendare los ojos, me calzare uno de los pares, andaré con ellos, oirás el ruido de los tacones, te pisare, te rozare con los zapatos. Tras eso, me descalzare y olerás mis pies y después los chuparas. Repetiremos lo mismo con los otros zapatos. A continuación, tendrás que averiguar que zapatos he usado primero y cuales después, o a lo mejor resulta que he utilizado los mismos las dos veces.
Si aciertas.. ...podrás pasar tu lengua por donde me da placer ...si fallas... voy a ocupar mi arnés"
El esclavo sabe que acierte o no acierte,su suerte está echada. Y un estremecimiento le recorre todo el cuerpo.
"Claro que.. si no te gusta el juego puedes abandonarlo cuando quieras, pero ya no volverás a jugar conmigo nunca mas... Si te quedas deberás someterme a mis reglas. Una Diosa puede cambiar las reglas a su antojo, y un buen sumiso siempre debe someterse a ellas sin cuestionarlas lo mas mínimo. Así que, si te quedas agacha tu cabeza y di: Me someto mi Diosa.....¡Dilo ya o calla y desaparece para siempre perro!"
El esclavo, a pesar de la suerte que le espera, y el desagrado que le produce, sin saber por que, o quizás sabiéndolo, pues su alma es consciente de estar hechizada sin remedio posible.. No puede evitar agachar la cabeza y pronunciar las palabras..
"Me someto mi Dueña"
"Así me gusta"
Le indica que huela cada par de zapatos, le venda los ojos, se calza uno de los pares, anda un rato con ellos puestos, resonando el ruido de los tacones en el alma atrapada del esclavo, le pasa el zapato por los huevos, le pisa con ellos. Se sienta, se descalza, le dice que le huela los pies, y después que abra la boca para introducirle el pie..
"Chupa perrito"
Después se repite la misma operación con los otros zapatos. Tras ello, llega la fatídica pregunta: ¿Que zapatos se ha puesto primero, los rojos o los negros? El esclavo emite una respuesta sabiendo que va a dar exactamente igual.
"Mmm Has fallado... Que pena me apetecía tanto que me dieras placer... Pero las reglas son las reglas"
El esclavo sigue con los ojos vendados, ella le coge de los brazos y le guía hasta un lugar de la estancia donde hay una mesa. Le obliga a inclinar su cuerpo sobre la mesa de forma que su trasero quede a merced de la mujer superior. Le separa las piernas sus manos le acarician.
"Así es como debes obedecerme... Ciegamente"
El esclavo empieza a sentir sobre sus piernas y sobre sus molletes la presión de lo que se conoce como strapon, o hablando en plata, su erecto pene realista...
"Mmm vaya...Tienes el agujero tan estrecho que no hay manera de encontrarlo"
El esclavo empieza a suplicar que no lo haga pero solo puede suplicar, su mayor fuerza física esta anulada ante la voluntad divina de una mujer especial. De repente, siente que algo roza y presiona su ano pero no es algo grande en forma fálica, sintética y dura, no hay arnés es el sexo de su Diosa; quien empieza a reírse, y al esclavo se le sale el corazón por la boca.
"Voy a tener que dejarlo para otra ocasión, del miedo, se te ha quedado el culo como un hueso de albaricoque, no se distingue donde termina el culo y empiezan los huevos"
El ama suelta una carcajada. Se inclina sobre el, y acerca su boca al oído del esclavo. Su voz es como una brisa fresca y lasciva.
"Te has asustado de verdad, es bueno que sientas miedo, evita que te relajes y favorece que siempre estés alerta, atento para satisfacer competentemente los deseos de tu Diosa... No te creas que por ser un esclavo de confianza puedes relajarte.. Porque puedo rebajarte a la categoría de perra fregona cuando quiera.. Las perras fregonas solo me limpian la cuadra y su única recompensa es lamerme la suela de los zapatos.... Asi que no te relajes lo mas mínimo."
Le quita la venda de los ojos, le incorpora, le obliga a ponerse de rodillas. Le suelta dos bofetadas. Zas zas!!
"Ahora chupa mis pies y dame placer
Fin
"Deja lo que estés haciendo y ven aquí"
El esclavo acude desnudo y se arrodilla a sus pies. Le indica que coja los zapatos de una de las cajas y se los calce. Se los quiere probar y ver como le sientan y se siente con ellos. Los zapatos son cerrados de color rojo. Ella se levanta y empieza a caminar por la estancia. Se observa en un espejo de pie. Ordena al esclavo que se acerque hasta ella. Los dos estan frente al espejo, él de rodillas. Le pisa la espalda y lo doblega mientras sigue observándose en el espejo.
"Me encantan, que bien me sientan"
Ejerce más presión sobre la espalda de su esclavo y le pregunta:
"Te gustan?"
"Si mi ama me encantan"
Ella se recrea frente al espejo, deleitándose con la particular estética del poder femenino.
"Mira al espejo esclavo... Este es tu sitio, bajo el poder de mis tacones"
Seguidamente le ordena ponerse a cuatro patas y se sienta sobre él.
"Y esto es una pequeña muestra de lo que te pasará si te mueve un solo milímetro de tu sitio" Zas Zas Zas Zas!!
Se incorpora del lomo del esclavo y vuelve a pisarle con sus zapatos nuevos. Después se dirige otra vez a su trono. Le ordena calzarle el otro par de zapatos. Estos son negros con tiras doradas y tacones estratosféricos. Ella extiende sus piernas y observa como le quedan. Se levanta y le indica al sumiso que se levante. El esclavo esta frente a ella. A los pies del trono hay un apoya pies. Se dirije a su esclavo en un tono tan meloso como impostado.
"Te noto triste. Pobrecito te han dolido los azotes lo sé... Pero son necesarios pq los esclavos soléis olvidar con frecuencia quienes sois y a quien pertenecéis y hay que recordároslo... Los azotes es algo que tu necesitabas.. Tu Diosa, sabe lo que tu necesitas en cada momento como nadie lo puede saber, por eso soy la Diosa que tu has elegido servir.."
Su mano empieza a sobetear su entrepierna..
"Porque yo soy tu Diosa, tu única diosa ¿verdad? ¿No te habrás vuelto un perro politeísta? ¡Mírame perro cuando te haga una pregunta me miras a los ojos ¿A quien perteneces?"
"Ahhh a ti mi Diosa"
"Y a quien mas?"
"Ahhh solo a ti mi Diosa"
"Bien ... Ahora quiero que te arrodilles y deposites tu colita en el apoyapies"
El esclavo obedece. Ella se sienta y descansa uno de sus pies calzados sobre el apoyapies, pisando la polla del esclavo.
"Mmm Me quedan divinamente estos zapatos, dignos de una Diosa como yo y que bien pisan, son perfectos... ¿Sabes? Llevo dos días encontrándome pelos en la bañera y son pelos de perro... Estas relajándote y descuidando tus labores domesticas"
"Ahhh Piedad Mi Diosa"
"No voy a tolerar ni un descuido mas ¿entiendes?
mírame y dime que lo entiendes"
"Lo.... entiendo … Mistress"
Ella levanta su pie y deja de pisar la polla del esclavo.
"Unos zapatos nuevos siempre son un motivo de alegría para el alma fetichista de un esclavo, son un gran regalo de la Ama, así que ríndeles el homenaje que merecen"
El esclavo se inclina y lame los zapatos nuevos. La mano de su dueña acaricia su cabeza.
"Así me gusta verte feliz. Nunca olvides que tu felicidad es lo mas importante para mi"
Le ordena parar e incorporarse, con la punta de su flamante zapato empieza a juguetear con la cola del sumiso.
"Mueve la colita para tu ama"
El esclavo se zarandea para mover el pene.
"Muy bien... buen perrito, feliz de pertenecer a su Dueña.. Así me gusta"
A continuación le ordena descalzarla y colocar los zapatos a un lado. Ella descansa sus pies desnudos sobre el reposapies.
"Vamos a hacer un juego que he pensado para que desarrolles tu sensualidad... Verás.. A una mujer cada par de zapatos nuevos la reviste de una energía distinta, que de alguna forma regenera su poder de Diosa. Cada par de zapatos nuevos, producen matices diferentes en el poder de una fémina. Andas diferente, pisas diferente, incluso el ruido que producen tus tacones al caminar se presta a detalles y por suesto, producen un olor distinto en tus pies, según te calces unos zapatos u otros. Es un misterio que un buen sumiso debe lanzarse a descifrar, porque así siempre sabrá elegir los mejores zapatos para su Diosa ¿entiendes?"
"Si mi Ama y Señora"
"Te voy a explicar el juego.... Primero olerás los dos pares de zapatos nuevos, después te vendare los ojos, me calzare uno de los pares, andaré con ellos, oirás el ruido de los tacones, te pisare, te rozare con los zapatos. Tras eso, me descalzare y olerás mis pies y después los chuparas. Repetiremos lo mismo con los otros zapatos. A continuación, tendrás que averiguar que zapatos he usado primero y cuales después, o a lo mejor resulta que he utilizado los mismos las dos veces.
Si aciertas.. ...podrás pasar tu lengua por donde me da placer ...si fallas... voy a ocupar mi arnés"
El esclavo sabe que acierte o no acierte,su suerte está echada. Y un estremecimiento le recorre todo el cuerpo.
"Claro que.. si no te gusta el juego puedes abandonarlo cuando quieras, pero ya no volverás a jugar conmigo nunca mas... Si te quedas deberás someterme a mis reglas. Una Diosa puede cambiar las reglas a su antojo, y un buen sumiso siempre debe someterse a ellas sin cuestionarlas lo mas mínimo. Así que, si te quedas agacha tu cabeza y di: Me someto mi Diosa.....¡Dilo ya o calla y desaparece para siempre perro!"
El esclavo, a pesar de la suerte que le espera, y el desagrado que le produce, sin saber por que, o quizás sabiéndolo, pues su alma es consciente de estar hechizada sin remedio posible.. No puede evitar agachar la cabeza y pronunciar las palabras..
"Me someto mi Dueña"
"Así me gusta"
Le indica que huela cada par de zapatos, le venda los ojos, se calza uno de los pares, anda un rato con ellos puestos, resonando el ruido de los tacones en el alma atrapada del esclavo, le pasa el zapato por los huevos, le pisa con ellos. Se sienta, se descalza, le dice que le huela los pies, y después que abra la boca para introducirle el pie..
"Chupa perrito"
Después se repite la misma operación con los otros zapatos. Tras ello, llega la fatídica pregunta: ¿Que zapatos se ha puesto primero, los rojos o los negros? El esclavo emite una respuesta sabiendo que va a dar exactamente igual.
"Mmm Has fallado... Que pena me apetecía tanto que me dieras placer... Pero las reglas son las reglas"
El esclavo sigue con los ojos vendados, ella le coge de los brazos y le guía hasta un lugar de la estancia donde hay una mesa. Le obliga a inclinar su cuerpo sobre la mesa de forma que su trasero quede a merced de la mujer superior. Le separa las piernas sus manos le acarician.
"Así es como debes obedecerme... Ciegamente"
El esclavo empieza a sentir sobre sus piernas y sobre sus molletes la presión de lo que se conoce como strapon, o hablando en plata, su erecto pene realista...
"Mmm vaya...Tienes el agujero tan estrecho que no hay manera de encontrarlo"
El esclavo empieza a suplicar que no lo haga pero solo puede suplicar, su mayor fuerza física esta anulada ante la voluntad divina de una mujer especial. De repente, siente que algo roza y presiona su ano pero no es algo grande en forma fálica, sintética y dura, no hay arnés es el sexo de su Diosa; quien empieza a reírse, y al esclavo se le sale el corazón por la boca.
"Voy a tener que dejarlo para otra ocasión, del miedo, se te ha quedado el culo como un hueso de albaricoque, no se distingue donde termina el culo y empiezan los huevos"
El ama suelta una carcajada. Se inclina sobre el, y acerca su boca al oído del esclavo. Su voz es como una brisa fresca y lasciva.
"Te has asustado de verdad, es bueno que sientas miedo, evita que te relajes y favorece que siempre estés alerta, atento para satisfacer competentemente los deseos de tu Diosa... No te creas que por ser un esclavo de confianza puedes relajarte.. Porque puedo rebajarte a la categoría de perra fregona cuando quiera.. Las perras fregonas solo me limpian la cuadra y su única recompensa es lamerme la suela de los zapatos.... Asi que no te relajes lo mas mínimo."
Le quita la venda de los ojos, le incorpora, le obliga a ponerse de rodillas. Le suelta dos bofetadas. Zas zas!!
"Ahora chupa mis pies y dame placer
Fin
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