Mi Jefa, Mi Ama Parte 1 (por Lothbrok)

 

Me llamo Luis, tengo 23 años y estoy en el último año de mi carrera en finanzas, pero para poder llegar a tener mi título debo primero prestar mi servicio social, ahí fue donde la conocí a ella a mi jefa Aurora. Ella era de un buen aspecto físico, tenía alrededor de unos 37 años estaba en la flor de la madurez, Alta, Tez blanca, un bello cabello negro, ojos verdes esmeralda, sus labios tenían un hermoso color rubí, sus piernas eran largas y muy poderosas, sus senos eran grandes y bien formados, y con un gran porte ejecutivo siempre luciendo un vestido diferente denotando el cargo que tenía como Subdirectora de Finanzas y siempre demostrando su altivez y el poder dominante que su cargo demandaba.

Yo trabajo en turno vespertino cumpliendo con mis horas de servicio, trabajo como el chofer de mi jefa Aurora, esto debido a que mi padre igual chofer de una persona importante conoce todos los sitios y atajos de la ciudad por lo cual aprendí de el cómo moverme igual, dado que en lugar donde quería prestar mi servicio solicitaba choferes para directivos y yo a pesar de ser estudiante universitario no había mucho de donde elegir así que tome el puesto inmediatamente, no era lo que yo esperaba al trabajar en una financiera pero era necesario cumplir con los requisitos.

Empecé de forma tradicional cumpliendo todo el papeleo y presentándome formalmente ante quien sería mi jefa por los próximos seis meses que duraría el servicio, siempre me he visto como alguien callado y tímido todo un antisocial por lo que trate de no poner mucha atención al físico de mi jefa a pesar de que era hermosa nunca tuve intención alguna de estrechar alguna relación más que de trabajo, y así fue, afortunadamente mi jefa nunca ha tenido en buen concepto a los hombres ya que siempre se expresaba de ellos como unos cerdos que no piensan más que con la cabeza de abajo y en efecto ella usaba su poder tanto físico como psicológico sobre los hombres para manipularlos y hacer lo que ella quiera que hagan nunca se le ha sido difícil obtener lo que ella desea.

En mi caso yo solo me limitaba a llevarla a lugares donde ella tuviera alguna reunión de negocio, llevarla a alguna cena importante o a algún lado donde ella deseaba alejarse del trabajo y al finalizar el día debía llevarla a su casa y de ahí tomar mi rumbo camino a casa, casi nunca hablaba conmigo más que para decirme el lugar donde debíamos ir, era como si yo no existiera para ella ya que era muy minúsculo pues que relevancia podría tener un simple pasante.

Un día todo cambio, era ya de noche y estaba dejándola en su casa y me preparaba para tomar mi propio camino a casa cuando de repente sentí mi celular vibrar, era mi jefa me estaba dando la orden de entrar a su casa e ir a su habitación, ella necesitaba que recogiera unos documentos importantes y los pusiera adentro de su auto, tenía una reunión al día siguiente y no le gustaba perder el tiempo con cosas banales como buscar donde puso la carpeta la noche anterior.

Tenía ya las llaves de su casa ya que en otras ocasiones me solicitaba lo mismo aunque esta vez fue diferente, al entrar a su habitación note que ella no estaba presente como era de costumbre ya que solo me limitaba a entrar y ella misma en persona me entregaba los documentos, ahora ella estaba en la ducha y yo silenciosamente agarre la carpeta tratando de no molestar y no hacer ningún ruido pero justo al lado de la carpeta, lo vi, vi aquello que me condenaría de ahora en adelante, eran sus bragas usadas del día, un frio recorrió mi espalda y en mi razón decía que solamente me fuera de ahí pero una sensación que nunca antes había sentido empezó a dominar mis movimientos, yo jamás tuve experiencia alguna con una mujer siempre fui callado y todas me trataban de raro, al ver esas bragas no pude evitarlo siempre tuve el deseo de sentir la sensación de estar con una mujer y al ver las bragas era lo más cercano que alguna vez podía estar así que me arme de valor y me dije a mi mismo solo será rápido y nunca más lo volveré a hacer.

Las tome y con fuerzas empecé a olfatear las bragas de mi Jefa era una sensación indescriptible, mi mente empezó a llenarse con la esencia de mi jefa, no podía evitarlo seguía olfateando más y más aquellas bragas usadas, el olor inundaba todo mi ser, sentí como de repente tenía una gran erección en mis pantalones y empezaba a escurrir liquido pre seminal dentro de mi bóxer, no sé cuánto tiempo estuve olfateando esas bragas perdí noción total del tiempo y cuando menos sentí ella estaba atrás mío.

“Se puede saber que estás haciendo maldito degenerado?” fue como si de repente me hubieran bajado del nirvana y devuelto de golpe a la realidad, caí al piso asustado y quede totalmente en shock paralizado, “Respóndeme bastardo, que rayos estabas haciendo con mis bragas” estaba totalmente cubierta por una bata de baño y la toalla que cubría su cabello, era majestuosa pero sabía que el infierno se me iba a venir encima yo entrecortadamente alcance a decir “Yo…yo solo venía a recoger lo que me había pedido”, ella me abofeteo “Mentiroso, puedo ver claramente como aún tienes mis bragas en tus manos y esa enorme erección que no puedes esconder, eres un cerdo como todos los hombres, mocoso puberto tú no eres si quiera digno de verme a la cara, ya decía yo que tener a uno muy joven me traería muchos problemas, pero te vas a enterar llamare a la policía y les diré lo degenerado que eres y olvídate de tu carta de liberación, yo misma me encargare que no vuelvas a prestar servicio en ninguna empresa, nunca terminaras tu carrera”

El pánico se adueñó de mí no pude evitar pensar en todo lo que pase para terminar mi carrera, todo el sacrificio hecho por mí y mis padres tirado a la basura por unos momentos de placer, no tuve otra opción más que suplicar de rodillas a mi Jefa que no me denunciara “Se lo pido por favor no me denuncie, esto es lo único que tengo, por favor tenga piedad de mí, se lo ruego” lágrimas de pánico salieron de mis ojos “Se lo ruego no me denuncie, yo lo siento mucho por favor perdóneme por favor no me denuncie” volvió a abofetearme fuerte en la cara dejándome la marca de su mano marcada en mi mejilla “Se acabó para ti pequeño pervertido cavaste tu propia tumba” en mi desesperación me puse a besar su pie en seña de rogar clemencia, jamás me había visto tan humillado

Ella soltó una pequeña sonrisa, al parecer le agradaba toda esa escena donde yo por propia voluntad me humillaba ante quien era mi Jefa, solo sentí como me dio un punta pie en la cara y me hizo de lado, yo aun llorando solo decía “Por favor no me denuncie, hare todo lo que usted quiera pero por favor no me haga esto” ella soltó una risa “Ya para bastardo me das asco y encima empiezas a darme pena ajena, nunca había visto a nadie tan humillado y patético como tú, pero estas de suerte has conseguido hacerme reír y por eso perdonare tu asqueroso y repulsivo acto pero no te saldrá barato a partir de ahora trabajaras el doble para mí y créeme que voy a exprimir hasta la última gota de tu ser” un alivio de saber que pude salvarme llego a mi mente pero al mismo tiempo una sensación de miedo de que podría pasar algo peor me estaba carcomiendo”

“Ya es tarde basura y mañana tendrás mucho trabajo que hacer, si quieres que te de tu carta de liberación más te vale obedecer en todo lo que te pida de ahora en adelante, si fallas aunque sea en la orden más simple que te de, bueno ya sabes a lo que te vas a abstener”, ella me tenía completamente agarrado “retírate pero no sin antes besarme los pies, ya que te gusta oler bragas sucias, dejare que olfatees mis pies que por ahora están limpios pero te aseguro mañana no lo estarán y te apuesto que lo vas a disfrutar degenerado” el filo de sus palabras era penetrante y se introducían directamente en mi cerebro no me quedo de otra más que bajar la cabeza y besarle los pies, lo hice suavemente besando toda la planta de su pie, ella parecía disfrutar el dominio que tenía sobre mi persona, de repente sentí otro punta pie en mi cara tirándome al piso “Retírate me empiezas a dar asco y podría cambiar de opinión mañana empezaran tus nuevas labores” me retire a casa y en el camino solo pude pensar en la esencia de mi jefa, algo aterrador se viene para mí y quizá sean los 6 meses más largos de mi vida pero no puedo evitar sentir un inmenso placer al verme humillado por aquella mujer tan altiva y tan dominante.



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