"ESCENAS DEL DIA A DIA ENTRE UN AMA Y SU ESCLAVO III""

 ESCENA V


Una Domina llama a su esclavo, quien se encuentra en ese momento realizando sus tareas domésticas. Acude presto a la llamada. El Ama, está sentada en su sillón. Porta una fusta en la mano, y sus pies desnudos reposan en un aterciopelado y mullido escabel. El esclavo se arrodilla. El Ama se dirige a él, en un tono sereno, autoritario y pedagógico a un mismo tiempo.

-"Esta terminando el día... Un día mas que puedes celebrar el privilegio de ser mi esclavo, el gran regalo que te otorgo... Debes expresar agradecimiento por ello... ¡Empieza!..."

Y es, en ese momento de la jornada, cuando comienza una suerte de profano ritual en el que las palabras de gratitud hacia la Diosa benefactora de los deseos más inconfesables,  deben tener casi el mismo efecto terapéutico y místico que representa la quema del incienso.
El esclavo, desnudo, arrodillado y con sus manos colocadas hacia atrás, tiene permiso para mirar a su ama directamente a los ojos, y de esta manera poder expresarle mejor su agradecimiento. El fervor de sus palabras mientras contempla toda la belleza erótica e inflamable que emana de los ojos de su adorada, deben ser estímulos más que suficientes para provocarle una erección; una bonita y sincera erección. Si no ocurre así, demostrará que su devoción es impostada, vióndose obligado irremediablemente a tener que asumir las consecuencias de sus omisiones. Al esclavo le cuesta encontrar las palabras...

-"Ehh Yo... Mi señora.. Ehh.."

Zas Zas!!.. El Ama golpea el suelo con la fusta.
El chasquido es como un rayo furtivo que cae inesperadamente del cielo y que atraviesa el corazón del esclavo de manera fulminante.
La Domina, imita burlonamente la nula locuacidad del esclavo.

-"Ehhh. Yo... Ehhh... Procura mejorar tu verborrea o los próximos fustazos no van a ser contra el suelo"     
-"Agradezco.  . Mi... Señora... Que me permitas... Un día mas.. Ser tu esclavo. ."

La Domina le interrumpe.

-"Últimamente estoy algo disgustada contigo. Así que, debes considerarte más bien un esclavo degradado, es decir, ya no eres mi esclavo, ahora solo eres mi perro, pero estás obligado a mostrar agradecimiento igualmente, ya que te permito seguir aquí para que puedas enmendarte...  Continua... Pero te advierto que, estás acabando con mi paciencia"

-"Ehhh... Yo te agradezco mi señora... Que  Que...Que me permitas seguir a tus pies aunque este siendo un mal esclavo... Y ya sólo merezca ser tu...Tu Perro... Agradezco tu gran generosidad y paciencia conmigo, y... El ser consciente de que no la merezco... Me da...Me da fuerzas para aprender a servirte mejor. .. Te agradezco tanto toda tu instrucción y disciplina... Se que no soy merecedor de tanta paciencia y generosidad.. Tu indulgencia es muy superior a mi gratitud, pues mis palabras de agradecimiento son insignificantes ante tu magnanimidad, y por todo esto me siento doblemente agradecido y te venero como a una auténtica Diosa.. La gran hacedora que me completa.. Y..."

Las palabras han terminado por ser inspiradas, y la sugestión del fervor con que se están pronunciando, hacen que el pene empiece a cobrar vida. La Domina dibuja un enigmático gesto en su expresión, que parece trasmitir cierto e indescifrable ardor, muy tenue y sutil, como si la seda más fina fuese la brisa eterna que acaricia su refinada alma. Observa el pene empalmado, pareciéndole una obra de arte perfecta en todas sus líneas, pues es una escultura natural dedicada a enaltecerla como divinidad superior, y esculpida por la energía que emana de su acción erótica de hembra poderosa. Ordena al esclavo aproximarse más hacia ella. Acaricia aquel miembro exaltado de devoción delicadamente, con la llena de sus dedos, llenando su alma con el estremecimiento del esclavo. Se recuesta hacia atrás y se sube la falda del vestido. Es la señal convenida, la cual comunica que el Ama ha quedado complacida con las palabras del esclavo y su fervorosa erección, ya no es necesario que prosiga con su letanía. Bajo la falda, sobre un fondo de penumbra, la vagina resplandece como ese haz luz en medio de la oscuridad, que evidencia lo poco que abunda la luminiscencia en un mundo de tinieblas, y cuan preciado es su poder inmarcesible. La vagina, es la obra suprema de la naturaleza de la cual emanan todas las obras maestras mundanas. El esclavo, reverencia esa luz e inclina su cabeza, mientras continúa arrodillado con el pene erecto por obra y gracia del poder de la gratitud. El rostro del Ama sigue delatando una creciente y singular excitación.
Se incorpora hacia delante, agarrándole el miembro al devoto, y lo hace de una manera que parece como si esa polla representara a todas las pollas de la tierra, y ésta ama, ostentase derechos de pertenencia sobre cada una de ellas, por ley divina, por ley natural. Sigue alimentando su excitación con los  escalofríos del esclavo, que suben de intensidad.

-" Nadie podrá decir nunca que a mi perro no le tengo bien enseñado, bien educado, bien instruido... Y tu, debes mostrarte orgulloso ante el mundo de ser mi perro... ¿ Verdad que sí?"
-" Ahhhh.. Si mi... Ahh.. Señora"
-" Que pequeña parece cuando la recojo con mi mano... Tan desvalida, tan vulnerable... ¿Te sientes así? "
-"Ahhhh... Si... siii"
-" Y a mi me gusta tanto que te sientas así ante mi.. ¿Quieres que te siga instruyendo, educando como mi perro??"
-" Si... Ahhh.."
- "Te advierto que la instrucción no tiene fin, un perro nunca termina de aprender siempre hay que estar instruyéndole... Y tú debes suplicar por mi atención, por la disciplina que tanto necesitas.. ¡Suplica!:
-" Por favor... Ahhh..  Sigue...  Ahhh.. Instruyéndome... Te lo suplico"
-" Muy bien, así me gusta. Es tan importante mostrar agradecimiento... No hay nada peor que un perro desagradecido" Zas Zas

Le abofetea la cola. Tras ello, el Ama se incorpora, ordena al esclavo tumbarse boca arriba, y sin más preámbulo y mediación le pisa la entrepierna con su pie desnudo.

-"¿Sientes mi poder? ¿Lo sientes? ¡Contesta!"
-""Ahhhj.. Si si... Ahhh"
-"¿Qué sientes?"
-"Ahhh.. Yo no...Ahhj"
-"Yo te diré lo que sientes... Sientes que se te escapa la vida, pero a la vez renaces a otra... Sientes que antes simplemente inhalabas oxigeno  para poder vivir, y ahora respiras porque estás vivo.. Sientes que ahora vives y antes vegetabas, que aunque vives encadenado ya eres incapaz de vivir sin mis cadenas... Yo soy el sentido de tu libertad, tu libertad comienza y termina en mi... Deseas que te quite la vida para hacerte resucitar y sentir que tu corazón late más fuerte... Eso es lo que sientes cuando te piso la polla... Tu pene cobra vida para que tu Ama pueda pisarte la polla.. Jamás tus erecciones tuvieron tanto sentido. Y no hay nada que tu puedas desear mas que....Tu Ama te pise la polla y que su pisada sea eterna... ¿A qué sí perro?"

Es imposible que exista literatura capaz de describir las sensaciones de aquel hombre, al ser pisado en pleno epicentro de sus instintos vitales, mientras su alma cae sugestionada ante tal alarde de poder, verdad y poesía. A continuación, le obliga incorporarse y colocarse a cuatro patas. El Ama se pone encima de él.

"Por cierto, últimamente te noto algo descuidado con las tareas domésticas... Así que, mereces que te quite algo de vida.." Zas Zas Zas Zas!

Le propina una buena azotaina. Su vagina está desnuda y a través de ella, siente el cuerpo sometido del esclavo agitándose por el castigo de sus manos, y advierte con absoluta certeza que la voluntad de ese hombre ha dejado de existir, al ser anulada por la suya. Aprieta sus muslos presionándole las caderas. Sostiene su presión y se recrea en el deleite del puro poder que ostenta; parece estar siendo penetrada por ese mismo poder que ejerce sobre el esclavo, un poder no limitado por las leyes de los hombres.   
Se levanta para pisarle la espalda obligándole a estar totalmente doblegado ante ella. Le ordena besarle los pies. Los labios del devoto tienen el sabor de la consagración, sin reservas de ningún tipo.
La Domina vuelve a recostarse en su sillón. Reclama la presencia del degradado. Éste, acude andando a cuatro patas, dócil como un pobre "chucho" solitario con el rabo entre las piernas, escarmentado tras recibir su primera lección callejera. Pone la mano sobre el desvalido cachorro, acercándole a su vagina. Le rodea con las piernas.

"Ahora... Debes prestarme un buen servicio si quieres dejar de ser mi perro y volver a ser mi esclavo... Aunque bien pensado...Mmmm..  Un buen esclavo siempre debe ser muy perro... Chupa, y chupa bien perrito, pues no olvides que la fusta siempre la tengo muy a mano.. ¡Muere por mi coño perro!  Zas Zas!!

Es un Ama de las que te bendice cuando te degrada.

FIN

ESCENA VI

Una Domina profesional se dispone a iniciar una primera sesión con un nuevo esclavo. Previamente, se han producido las pertinentes primeras conversaciones; las cuales permiten extraer la información necesaria para que llegue a producirse esa primera toma de contacto.
La Domina es muy experimentada y perspicaz, además de ser extremadamente selectiva, ya que no todo el mundo es capaz de superar sus barreras de seguridad. Aquel, que pretenda traspasar el umbral de su gabinete, debe tener muy claro que la razón de ser de un Ama en ningún caso es servir a los deseos del sumiso, ni complacer sus fantasías; muy al contrario, es el sumiso quien debe servir a los deseos del Ama. Y sólo partiendo de este principio esencial, el Ama empezará a tener en cuenta las necesidades del sumiso.

La Domina está frente al esclavo desnudo. Empieza a caminar muy lentamente, alejándose a cierta distancia de él. Camina muy lentamente, el ruido que producen sus tacones al caminar, trasmite una suerte de armonía erótica, capaz de actuar como un bálsamo estimulante para los deseos más encendidos de las almas sicalípticas.
Emite su primera orden.

"¡Ven aquí y arrodíllate ante mí... ¡Ahora mismo!

El esclavo obedece.

-"¿Cómo es que tardas tanto?"
-"Eh.... No entiendo.. Mi Ama"
-" Te he ordenado venir hasta aquí y arrodillarte.
Es una orden muy sencilla pero has tardado demasiado en cumplirla"
-" No.. No sé .. No creo haber tard.."

Zas Zas!! Dos  bofetadas interrumpen bruscamente el tímido y balbuceante cuestionamiento del principiante.

-"Primero: No cuestiones jamás a tu Ama. ¡JAMÁS!. Segundo: ¿Qué entiende un perro obtuso como tu por: AHORA MISMO? -Zas Zas!- ¡Contesta AHORA MISMO!"
-"¡Hacer algo con la  máxima  rapidez!"
-" Bien... Parece que lo tuyo es un tema de disciplina más que de entendimiento.... Las órdenes que recibas, debes cumplirlas con total inmediatez, sin pensar ni cuestionar lo más mínimo, cualquier mínima demora la interpretaré como una señal de falta de atención, de duda, de no tener la necesaria fe en tu Ama, demostrando con ello no ser digno de servir a mis pies... Y tú..  ¿Quieres ser digno de estar a mis pies?"
-" Si, si mi señora lo deseo, lo deseo"
Zas Zas!! Bofetadas.
- "¡Pues obedece con más fuerza!"

Se le queda mirando un instante de abrasadora e inquisitiva eternidad. A continuación, le tiende la mano Castigador al tiempo que le dice..

"Besa la mano que te acaba de abofetear "

El esclavo la besa con un beso tenue y largo, de inquebrantable devoción.

"Sigue besando mi mano y da las gracias por encargarme de tu reeducación"

Por cada beso, un gracias. Ella retira la mano algo desdeñosa. Y da comienzo una segunda lección básica.

"La segunda regla de oro después de la obediencia es la gratitud. No hay nada que me disguste más que un perro desagradecido o un gracias protocolario. Tus gracias tienen la misma fuerza que tu obediencia... Ponte a cuatro patas... ¡Inmediatamente!"

El esclavo cuadra su sumisión de manera casi automática. La Domina se sienta sobre él.

-"Compruebo que tu capacidad de reacción a mis órdenes es mejor, claro que, está mejoría se debe mucho más a mi disciplina que a tus capacidades.. Ahora, debes mejorar ese sentimiento de gratitud hacia mi... Debes expresarlo de una manera mucho mas sentida... Mucho más sincera...  Tus palabras de agradecimiento deben conmover mi corazón... No es fácil llegar al corazón de una Diosa, pero yo te  enseñaré.. Ahora quiero oírte  deletrear la palabra gratitud... ¡Empieza ya!"

El sufrido esclavo deletrea letra a letra, y por cada letra recibe un severo azote. Ocho en total más uno de propina.

-"¡Muy bien¡ No has fallado ni una. Ahora dame otra vez las gracias. Debes agradecer haber encontrado una dueña como yo"
-" ¡Gracias Gracias mi señora, agradezco tanto que me permitas estar aquí, agradezco tanto tus enseñanzas, lo agradezco de corazón mi señora.. Gracias Gracias!
-"Mmm... Conmover lo que es conmover... Pero te estás esforzando y debo tener en cuenta que es tu primer día.. ¡Ay que ver la paciencia que una tiene que tener con estos perros sin collar!"

La Domina se incorpora. Pisa al esclavo para inclinarlo más hacia e suelo. Después le muestra su bota, y le ordena lamerla. El esclavo lame compulsiva y fervorosamente.

"Ahora, si vas pareciéndote mas a un perro agradecido"

La siguiente orden es olerle el culo.

"Y ahora, sigue mi rastro como un buen perrito"

La Domina se encamina hacia su sillón real y el esclavo la sigue andando a cuatro patas. Una vez aposentada, le muestra la palma de su mano. Y el esclavo la besa. Cuando entró por la puerta del gabinete, era como un cachorro perdido, sin rumbo y nervioso, ahora se ha serenado bajo su mando y disciplina, ha conseguido que alcance el necesario bienestar mental, para que se abandone sin reservas al poder de una mujer dominante; y sencillamente se limite a disfrutar, pues ha comprendiendo que ahora tiene una dueña que sabe darle lo que necesita, y mantener su cabeza ocupada en un solo propósito: Servir a su Dueña, la dueña de su sosiego. El Ama, le acaricia y le abraza, estrechándole contra su pecho. ¡Como desea el esclavo paladear ese pecho! Lo desea desde la primera vez que estuvo en su presencia. Pero su mayor deseo en este momento, el que se impone sobre todos los demás, es servir a los deseos de su dueña, consolándose en la idea, - el que no se consuela es porque no quiere -de que quizás algún día, entre los deseos de su dueña haya sitio para amamantar a su cachorro. La primera lección continúa..

-"Bien, has aprendido las dos primeras reglas de oro. La obediencia y la gratitud. Faltaría la tercera para completar la trinidad esencial por la que debe regirse todo buen esclavo de mi propiedad...El arrepentimiento... Un buen siervo debe aprender a saber pedir perdón, pero no existe perdón si no hay un sincero arrepentimiento... El pedir perdón es muy sanador Un esclavo, tarde o temprano comete alguna torpeza, pq nunca termina de aprender, y debe estar preparado para pedir perdón, lo cual no evitará ser castigado, pero si que el correctivo sea menos severo... Pero además, y esto es lo más importante...No hay nada que más me guste que tener a un perro arrepentido suplicando perdón, y arrastrándose a mis pies, aunque su pecado haya sido de lo más venial..... ¡Descálzame esclavo!"

El esclavo obedece, cada vez con más diligencia. La Domina extiende el pie hacia su boca, indicándole que se lo sujete  con sus manos. La orden es besar su pie muy suave y delicadamente mientras pide Perdón. La Domina, enseguida se muestra muy disconforme con la poca veracidad que encuentra en el perdón del esclavo. Le abofetea con el pie. Coloca los dos pies sobre los hombros del siervo, mientras le dice...

"¿Ves mi coño?... Pues ahí es donde me tiene que llegar tu arrepentimiento...  Que quieres que te diga...Frío, frío Frío... Vas a tener que hacerlo mucho mejor" Zas y Zas!!"

El esclavo pone algo mas de énfasis en sus perdones y en sus besos, pero no es suficiente para el Ama. Así que...  ¡Zas Zas!  Y más Zas! Con los pies.

"¿No encuentras verdaderos  motivos para pedirme perdón desde que has entrado por esa puerta? Búscalos,  porque seguro que los encuentras...  Encuéntralos ya, porque me están entrando muchas ganas de coger la fusta... " Zas Zas!!
-Mi señora te pido perdón... He llegado demasiado puntual..... Y mi obligación es llegar antes de la hora convenida para que un Ama tan distinguida como tu me haga esperar.. Te he obedecido muy lento sin presteza, y te suplico perdón, es mi primer día y te prometo esforzarme para servirte como tu mereces Te agradezco todo lo que haces por mí, y te suplico, me perdones... Estoy muy arrepentido, de corazón y te suplico que me perdones... ¡Por favor te lo suplico....!!"

La Domina dibuja en su rostro una mueca que expresa una grata e inesperada sorpresa.

-"¡¡Muuyy Bieen!!... ¡Realmente sorprendente!...  No esperaba tanta locuacidad... Bien, muy bien.. Te has ganado un premio... Abre la boca... Quiero comprobar ahora si esa lengua tan atinada puede servirme para el placer que yo merezco... ¡Vamos!... Así, muy bien...  ¡Chupa!... Buen perrito"

Y de esta manera, bajo el magisterio de una buena Domina, el esclavo aprende las tres reglas de oro: Arrepentirse de corazón; agradecer con total intensidad, y obedecer siempre como es debido.

FIN

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