"El Rezo del perro prodigo" (Por el escriba)

 La puerta de una casa se abre y entra una mujer. Se dirige hacia un rincón del salón en donde se encuentra un hombre de pie, desnudo y atado a un pilar de la estancia con las manos por detrás. Le coge por el mentón con su mano y le clava la mirada deteniendo hasta el parpadeo de sus pestañas; los actos reflejos más involuntarios abandonan esa condición, cuando ella escudriña con su mirar el alma de cualquier hombre. Tal es el poder que irradian sus ojos.

Ahora, fija su atención inquisitiva sobre el miembro del hombre maniatado. Lo mira con desdén e insignificancia, e inesperadamente lo coge en su mano exactamente de la misma manera en que lo miraba hace escasos instantes.
El hombre maniatado se sobrecoge, se agita mientras ella manosea sus genitales observándole con fría indiferencia, pero un análisis más detenido de su mirada, nos deja traslucir cierta excitación muy sutil, casi imperceptible, que parece recorrer el interior de su alma dominante de principio a fin, como una refrescante brisa marina que acaricia la piel.

El miembro viril, símbolo del poder fálico, en la suave mano de esta mujer tan solo es un niño asustado e indefenso, que necesita de la protección y del control que le proporciona esa delicada, pero a la vez poderosa mano femenina. El niño, a veces se vuelve díscolo y busca escapar en post de una vana ilusión de libertad, sin darse cuenta de cuanto necesita del manto protector de su dueña, y únicamente desenvolverse por la jurisdicción vital en donde ella es absoluta soberana, pues su pene cobra más vida en la medida en que se abandona sin reservas a la voluntad de esa mano, que ahora subyuga su placer. Debe entender que no existe un poder sobre la tierra que consiga ponérsela tan tiesa como el que ejerce esta mujer sobre él. Y a veces, las grandes lecciones solo se aprenden por las malas. Son las lecciones que a ella más le gusta impartir. Zas Zas!!! Abofetea al pene empalmado como a un niño insolente y caprichoso. Coge una fusta y lo castiga como a su alumno más incorregible e indisciplinado. El niño asustado emerge del interior del hombre; y éste implora piedad, pero cuando ella decreta que es la hora del castigo, las súplicas tan solo son el zumbido molesto e insignificante de un mosquito.

-"¿Te has tocado perro?"
-" No..  Ahhh..   Pero.. ¿Cómo me voy a..?"
- "¿Cómo te vas a tocar si estás atado?... Ayer protagonizaste una escena  patética y lamentable que demuestra que para un perro de tu calaña estar atado no supone ningún impedimento"

 Zas Zas!!. La fusta azota el culo...
Le azota sin dejar de manosearle el pene. El dolor y la excitación son dos artes que maneja con magisterio divino, combinándolos en un todo de armonía sin igual.
Al fin le desata, y el hombre cae casi desplomado de rodillas ante ella. Cae, lo suficientemente excitado como para ceder cada vez más, y de manera más dócil, una parte importante de su libre albedrio, y lo razonablemente asustado, como para que su mente se sugestione así misma, en la idea de que ella tiene un poder sobre él incomparable, y que nadie más es capaz de ostentarlo; un poder, al que siempre se somete, pues lo siente sobre él de una manera directamente proporcional al respeto reverencial que la profesa como Domina. Así que, cae de rodillas, desprovisto de voluntad voluntariamente, y sin capacidad para concebir siquiera el poder establecer en alguna pequeña medida los términos de su rendición. Sencillamente cae a sus pies, claudica sin ningún término, pues la sola presencia de esta mujer, para él supone una fuerza tan poderosa como la de la gravedad. Ella, le observa desde la atalaya de su poder con tibia y distante piedad, acariciándole la cabeza.

-"¿Dime una cosa: ¿Eres mi perro?"
-" Si.. Si.. Lo soy"
-"... Pues... Últimamente no siento que sea así...
Y después de la imagen tan triste que tuve que contemplar ayer...  Si, evidentemente no eres más que un perro, pero se te ha debido de olvidar que eres mi perro, que es algo muy diferente, además es un olvido imperdonable... Quiero oírtelo decir, di que eres mi perro...¡ Vamos! ¡Dilo!"
-"Ssoy... Soy tu perro"
-" ¿Ves? ¿Entiendes lo que quiero decirte?
Lo dices, pero como dudando... Con la boca pequeña."

Su mano la sitúa por debajo del mentón para que alce la cabeza mirándola..

- "Debes decirlo con la cabeza bien alta, orgulloso ¡Dilo!"
-" Soy tu perro mi señora"
- "¡Mas alto!"  Zas Zas!!! Dos bofetadas
-" SOY TU PERRO MI SEÑORA"
-" Y... Estas orgulloso de serlo" ¡¡Zas Zas!!
-"Y estoy orgulloso de serlo"
-"¡Repite toda la frase! ¡Bien Alto" ¡¡ Zas Zas!!
-SOY TU PERRO MI SEÑORA Y ESTOY OGULLOSO DE SERLO"
-" Aggg... ¡Lo que me cuesta  sacarte las palabras! Siempre teniendo que enderezarte.. Y que reconducirte  ¡Es agotador!... ¡Lame mis botas!"

El hombre lame con devoción desesperada. Ella pone su bota sobre la espalda para doblegarlo a cuatro patas como el perro que proclama ser.
Tras doblegarlo, se acomoda en un sillón y  le ordena que la quite las botas.

" Mmm.. Cuanto necesito que me refresquen los pies con la boca... Me paso todo el día deseando que llegue este momento en que mi perrito me refresca los pies con su lengua..."

Le empieza a rozar con el pie los genitales...

"¿Y tu? ¿No te pasas el día deseándolo también?"
-"Ahhhh Si... Mi señora"
"¿Por qué lo deseas?"
-" Ahhh.. Mi señora yo.."
-"¡Contéstame!"
-" Yo.. Ahhh Lo.."
-"¿Lo necesitas?"
-" Ahhh.. Si"
-"Necesitas ser.. Mi perro"
-" Si..  ahhh.. Mi.. Señora"
-¡"Dilo!"
-" Ahhh ..Necesito ser... Tu perro.. Mi señora.."
-"¡Por fin tus palabras suenan algo mas convincentes!... ¿No vas a suplicar por mis pies perrito?"
-" Por favor... Mi señora...  Sería... Un gran honor... Refrescarle sus pies.."
-" Mmm ...¡Que ceremonioso!... ¿Por qué quieres refrescarme los pies?"
-"Porque... Ahhh... Lo necesito"
- "Eso es.. Necesitas ser mi perrito lamedor... ¡Sigue suplicando!"
-" Te lo suplico... Mi señora... Lo necesito.."
-"¿Eres mi perro?"
-"Lo soy y estoy orgulloso de serlo"
-" ¡Eso está mucho mejor!... Llevo todo el día con las botas puestas, quizás estén algo sudados... ¿Es un problema para ti?"
-" No, mi señora"
-" Mmmm... Como me gustan los perritos que no son nada problemáticos... ¡ Abajo!"

Pone un pie sobre su hombro obligándole a inclinarse. Le ordena abrir la boca le introduce todo su otro pie. Se lo retira para que deje de succionar.

-" ¿Qué se dice perro? ¿Qué se Dice?"
-... Ehh... Gracias mi señora..."
-" Eso es... Que no se diga que mi perrito no lo tengo bien educado... ¡Abre la boca!"

Otra vez le vuelve a introducir el pie en la boca para que se lo refresque y chupe como un buen perro pródigo agradecido.

-" Parece que mi perro ha vuelto... Así te quiero siempre, humillado, agradecido a tu dueña y feliz por tener el privilegio de venerarme"

Le indica, que se incorpore poniéndose de rodillas. Ahora coloca la cara del esclavo entre sus manos, mirándole muy fijamente, la expresión de sus ojos tiene la profundidad de un océano y el hombre siente inundar toda su alma.

-" Todavía no consigo borrar de mi mente la imagen tan lamentable que tuve que presenciar ayer, es una imagen que me golpea el cerebro una y otra vez... Has herido gravemente mi sensibilidad de mujer. . Me impactó mucho ver lo que vi..."
-" Lo siento... Lo siento tanto yo..:" Zas Zas!!
-" ¡Cállate! Cada palabra que digas sólo va a empeorar tu situación..  Uhmm? Todavía me sigo preguntando como encontraste la llave.."
- "Fue una casualidad estaba limpiando y .."
-"¡ He dicho que te calles! ¡Solo habla cuando se te pregunte! Zas Zas!!... La casualidades no existen, los pensamientos son un arma muy poderosa, y tu no has parado de pensar en lo mismo hasta que  encontraste lo que querías, estabas tan ansioso por encontrarla, por liberarte que forzaste la cerradura y ahora resulta que no cierra... ¡La has roto!. . Fíjate si los pensamiento tienen fuerza... Pero creo que por fin estas descubriendo que hay algo que te produce más ansiedad que tener tu instinto de perro encarcelado..."

Sus manos empiezan a manosearle la entrepierna, mientras sus palabras también le acarician sugestionándole el alma...

"Si,  existe una mayor ansiedad para ti que el no poder dar rienda suelta a tus patéticos desahogos, y es, que tu ama, tu dueña, tu señora, no ejerza el control absoluto de tu placer... Es decir, dejar de ser mi perro.. Mi control, es lo que te va a proporcionar un mayor placer.. Y algo que incluso va mas allá del placer físico..  ¿Vas entendiendo esclavo?"
-"Ahhhh Si mi señora"
-"¿Eres mi perro?"
-" Si mi señora y estoy orgulloso de... Serlo..Ahhh"
-"¡Muy bien! ¡Mucho mejor!"

Deja de manosearle los genitales, y entonces al hombre le invade un profundo sentimiento de desamparo, y ella le mira con una expresión de sádica autocomplacencia, como sabiendo exactamente cual es su sentimiento cuando sus manos no ejercen un control sobre su cuerpo, y deja de sentir el destello reprobador de su mirada, el cual le produce un incendio en el cerebro que socava los cimientos de su alma. Siente, como su espíritu se desmorona, sin embargo, se ha terminado por convertir en un adicto a la destrucción que ella le provoca en el alma, pues de alguna manera esa devastación es una extraña catarsis redentora que le tonifica el ánima.

-" He encargado otro cinturón de castidad, es posible que lo recibamos mañana. Voy a llevar una llave siempre conmigo, y la copia, esta vez no la voy a esconder, ni le voy a comunicar a ninguna persona de confianza donde la escondo, sencillamente me voy a deshacer de ella lanzándola al fondo de un rio, de manera que solo va a existir una copia y siempre la voy a llevar conmigo a todas partes... Perrito, vas a estar en un serio aprieto si a tu ama le sucede algo, y nadie descubre a que cerradura pertenece la misteriosa llave... Y en el caso de que lo averiguasen, iba a ser una situación muy sonrojarte para ti..... Me iba a reír mucho de tu situación desde el cielo... Pobre perrito..  Pero seguro que estarías tan apenado por mi perdida que te olvidarías de tu propio pene, sería la primera vez.... Que triste, que tenga que morirme para que por fin te olvides de tu polla ¿Verdad?... ¿¿VERDAD PERRO??"
Zas Zas!!
-" Si, si mi señora..."
-"¿Estarías triste por tu Ama?
-" Si, muy triste mi señora"
-"¡ No eres más que un perro mentiroso!.. Pero... Me haces gracia. Así que procura seguir divirtiéndome"

Se incorpora del sillón, apoya uno de sus pies en el mismo, levanta la falda de su vestido negro y la aparta hacia un lado, mostrando parcialmente su muslo arqueado y soberano; se yergue majestuosa insinuando al lacayo la incierta y vaga esperanza de su sexo, que casi parece resplandecer con todo el fulgor de su poder, bajo el suave manto negro de seda que la cubre, sin cubrirla.
El pie apoyado, la falda del vestido cubriendo parcialmente su pierna arqueada, el sexo resplandeciendo en medio de un valle de sombras como esa tenue luz de esperanza que parpadea al final de la oscuridad... No puede existir imagen con más poder erótico y que provoque un deseo tan exacerbado por rendir culto eterno, al misterio que produce una fémina autodivinizada. Pone la mano sobre el arrodillado, acercándolo hacia su sexo.

-" Vas a tener que rezar mucho para que a tu ama no le pase nada. Quiero que te inventes un rezo de protección para tu dueña, y que lo recites todos los días, arrodillado ante mi santo y sagrado coño... ¡Empieza a rezar perro! " Zas zas!!
-".... Pero... No se que rezar mi señora.. ¿Qué rezo?"
-" No lo sé..  Zas Zas!!... Lo que sí sé  es que me tiene que gustar hasta el extremo de conmoverme en lo más hondo de mi ser... Zas Zas!!...
¡Empieza a rezar..Ya!"
-" Pero... ¿ A quién le rezo?"
-"Cualquiera culto, ya sea celestial o satánico, me parece válido, siempre y cuando tu plegaria sea sentida..  Te voy a decir algo... A partir de ahora, si siento que me pasan..Uhmm?? ..Vamos a decir cosas extrañas, que yo sienta malas energías alrededor mío... Lo achacaré a tu falta de fe en tu propio rezo, porque volverás a demostrar que lo más importante para ti es tu polla en vez del bienestar de tu Ama.. ..Así que, te azotaré sin respetar ningún limite... Mmm..  No sabes la ilusión que me hace  ver a un perro como tú, arrodillado y rezando ante mi santo coño.. ¡Vamos! ¡Reza! ¡Y reza con fervor perro! ¡Por la cuenta que te tiene!" Zas Zas!!
-" Yo...Ehh... invoco..a.. aaa. a.. Toda las deidades... ehh... Que en el mundo existen y existieron... Pa Pa..Para que.. Protejan de todo mal a mi señora... Que es la razón de mi existir... ..Pa..Para que ninguna deidad se moleste conmigo por no estar a la altura de mi requerimiento de protección... Ehh.... Juro ante lo más sagrado para mi, ser un mejor siervo de lo que he sido hasta ahora...  Y...Someterme y obedecer a mi Ama sin rechistar"
-" Mmm.. ¡Valla! Esta muy bien... Pero... Ahora.. Quiero que la repitas meneándotela un poquito. Así le darás más fuerza, y me hará sentirme mas segura"

Así lo hace. Reza la plegaria arrodillado ante su sexo y tocándose. Tocarse con ciega devoción al tiempo que se reza una plegaria, no es lo mismo que sencillamente tocarse.

Zas Zas!¡

-"¡He dicho un poquito!... Me ha gustado.... La repetirás arrodillado ante mi dos veces al día ¿Has entendido?."
-" Si mi señora

Pone la mano  sobre la cabeza del fervoroso esclavo, acercándole más a la vagina y apartando la larga falda del vestido.. Así desea tenerle, arrodillado y como un cachorrito en celo, totalmente devoto en la sumisión hacia ella, como un perrito, incapaz de concebir su pequeño existir sin la presencia constante y proveedora de su ama, anhelando en lo más profundo del alma, la disciplina que su dueña le impone, e inmensamente feliz cuando se gana su recompensa, ya sea esta grande o pequeña. Ahora, está predispuesto a entregarse al placer de su ama, totalmente sugestionado y convencido, de que es un enorme privilegio regalar placer olvidándose del propio. Sobre todo, regalárselo a una mujer como ella.

"Después del rezo, toca comulgar....  Durante un tiempecito el único placer que vas a recibir es dedicarte a consagrar mi santo coño, y celebrar mi eucaristía, así purificaras tu espíritu y tu mente...Vamos... Demuestra cuán orgulloso estas de ser mi perrito.."
Zas Zas!!

Fin