"Escenas del día dia entre un ama y su esclavo II"

Escena III 

Una ama está sentada en sillón leyendo un libro. Aparece un esclavo desnudo y andando a cuatro patas. Roza sus carrillos con las piernas del ama, al igual que una mascota cuando reclama atención. El Ama le da toquecitos en la cara, para que no la moleste y la deje seguir leyendo. El esclavo se va. Al rato aparece, y vuelve a reclamar atención. El Ama cierra el libro, haciendo un gesto de condescendencia. Acaricia la cabeza del esclavo dirigiéndose a él.

-" El perrito quiere jugar...¿Quieres jugar perrito?"

El esclavo mueve la cabeza afirmativamente.

-"Mueve la colita para tu ama... ¡Vamos muévela!

El esclavo el esclavo balancea sus caderas para que el pene se oscile hacia arriba y hacia abajo.

-"¡Muy bien! ¡Vamos a jugar!"

El Ama se quita las bragas lentamente, sostiene  su ropa interior en la mano. Se las pasa al esclavo por la nariz. Después, coloca las bragas en la punta del pie, como si fuera el cebo de una caña de pescar. Extiende la pierna derecha hacia arriba. El esclavo esta arrodillado frente a ella.
La Domina incita a su esclavo para que intente coger las bragas con la boca, pero dejándole claro que no puede levantar las rodillas del suelo. La Domina, mantiene la pierna extendida para que el esclavo, arrodillado, no alcance a cogerlas. La baja un poco, y la vuelve a subir. Juega con la mascota.. Cuando el esclavo se encuentra suficientemente cerca, la domina le atrapa, rodeándole el cuello con su pierna derecha, y obligándole a caer sobre la otra pierna, de forma que quede atrapado entre ambos muslos. Le hace "la tijera". Una vez sujeto entre sus piernas le abofetea. Zas Zas Zas!!
Lo libera de la tenaza de sus poderosos muslos. Vuelve a extender la pierna, y le alienta a intentarlo otra vez...

"Si las coges, te daré un premio, un dulce con sabor a vagina de Diosa... ¡Vamos! inténtalo!

Otra vez vuelve a caer presa de sus muslos y es abofeteado. Le mantiene un rato atrapado riéndose perversamente. Por fin le libera. Acerca su cara a la del esclavo. 

-" ¿Te gusta jugar?
-" Si, si mi señora"
- "Siempre debes estar dispuesto a jugar para mi, aunque pierdas y no obtengas tu premio... Lo divertido es el juego en sí mismo. Y sobre todo divertir a tu Ama. Tu ama siempre es lo más importante ¿Verdad?"

Le agarra el miembro viril, como si tuviese el derecho inalienable de poseer y manejar sus instintos.

-"Ahhh.. Si, mi... Ahhhhh.. Señora"

Le suelta la cola.

-"Vuelve a mover la colita para mí"

El esclavo oscila otra vez las caderas. El Ama ríe maliciosamente mientras abofetea el miembro empalmado. Zas Zas Zas!
Le coloca las bragas en la cara. Le ordena tumbarse boca arriba. Un pie descansa sobre su boca y otro sobre su pene.

-" No has ganado pero has jugado bien. Te mereces poder disfrutar de mis mejores esencias y llenarte de ellas".

Fín.

ESCENA IV

Un matrimonio maduro se encuentra despidiendo en la puerta de su casa a unos invitados, tras la celebración de una pequeña fiesta en su chalet de las afueras. La puerta se cierra y despiden al último invitado. Por fin se quedan solos frente a frente. La mujer se dirige a su marido...

-"¡Pensé que no iban a marcharse nunca!..
Bien My Darling.. Ahora que por fin se han ido, todo debe retornar a su lugar, cada cosa en su sitio... Así que... ¡Vuelve inmediatamente al lugar que te corresponde!"

El marido se desnuda y se coloca a cuatro patas humillado ante su señora esposa, y a continuación, ésta le pisa la espalda para obligarle a inclinarse más. Empieza el interrogatorio.

-"¿Te lo has pasado bien en la fiesta?
-"Ehhh. Si.. Si"
-"Quizás... Te lo has pasado tan bien... Puede que hayas estado tan a gusto que... Se te ha podido llegar a olvidar quien eres y a quien perteneces"
-" No, no, no... Eso nunca mi señora"
-"Por si acaso voy a refrescarte la memoria"

Se sienta sobre él, propinándole una azotaina
Zas Zas Zas zas!! Se incorpora, le vuelve a pisar, reafirmando el poder que ostenta sobre su marido, un poder que va muchísimo más allá de su condición de esposa, y que no ha hecho más que crecer con los años. Deja de pisarle, y señala hacia el zapato con su dedo índice. El marido lo lame diligentemente, y revalida así un total sometimiento a la extrema autoridad que aquella mujer, de un carácter tan contundente, le representa.
A continuación, la señora esposa se acomoda en el sofá del salón. Se descalza y empieza a frotarse los pies con la mano.

"Ahh ¡Estos tacones me estaban matando!... ¡ESCLAVO! - enfatiza la palabra esclavo-  ven aquí y dame un masaje en los pies. ¡Vamos!"

El marido esclavo se postra a sus pies y empieza a masajeárselos.

-"Ahhh ¡Qué bien!... Estaba deseando que todos se marcharan para que llegará este momento tan único... No hay nada como tener un esclavo dándote un masaje bien postradito a tus pies... ¿No lo estabas deseando tú también? "
-" Si, si, claro que sí"
-"Pues... Quien lo diría, viéndote como te deshacías en atenciones y amabilidad con la hija de los Ramírez"
-"¿Yo? No... Ehh.. He sido amable con todo el mundo, como me dijiste... Los Ramírez son una familia que te han ayu..."
-" Una cosa es ser amable y otra es que se te caiga la baba como a un perrito faldero ... Me empiezas a preocupar Antonio, apenas tiene 21 años, prácticamente es una niña... "
-"Por favor... ¡Qué cosas tienes!"
-"¿Te has fijado en sus pies.?.. Hay que reconocer que son bonitos, y esas sandalias que llevaba eran preciosas.."
-" ¿Sí? No me he fijado.."
-"¿A quién pretendes engañar?... Eres un perrito fetichista... ¡Claro que te has fijado!... ¿Te parecen más bonitos que los míos?"
-" ¡Para nada, para nada!... Los tuyos son los únicos que existen para mi

Le extiende el pie que está masajeando hacia su boca.

-"¡Adórame!"

El acorralado marido se dispone a recoger el pie entre sus manos, pero rápidamente la esposa se lo retira y empieza a abofetearle la cara con esa preciada extremidad convertida ahora en arma mortífera y devastadora. -. Zas Zas Zas!!  -Le pone el pie sobre el hombro obligándole a  inclinarse totalmente. Se levanta del sofá y le pisa, presionándole la espalda con severidad, recordándole cual es su sitio, y lo insignificante que llega a ser la voluntad masculina, cuando ella despliega su poder dominante con total intensidad.

-" Te crees que una jovencita va a entenderte como yo, va a saber darte lo que te mereces, como yo lo hago... Sí, alguna que otra vampira energética podrás encontrar, pero no una verdadera ama como la que tienes, sabiendo lo que necesitas en cada momento, dura, pero protectora de su leal cachorro, siempre y cuando  mantengas la debida lealtad a tu señora, claro"

Le presiona aún más para obligarle a tumbarse en el suelo.

"No te voy a castigar, será mejor imponerte un par de penosas penitencias. Por un tiempo indefinido no vas a poder adorar mis pies, así aprenderás a valorarlos como es debido y sobre todo, a la mujer que va unida a ellos. Aunque, si te permitiré que te arrastres hasta mis plantas, para limpiarme las botas con la lengua. Te juro que sentirás  verdadera desesperación por mis pies y lamentaras ser un perro fetichista"

Le obliga a tumbarse boca arriba. Se sienta, descansa la planta de sus pies en la cabeza y en la boca del penitente, advirtiéndole a este de las graves consecuencias en el caso de atreverse a mover mínimamente  la lengua. Debe limitarse a ser un reposa pies y nada más. Se fuma un cigarro.... Silencio, tan sólo roto por el ruido de ella al exhalar el humo, el sabor de sus plantas inunda todo el mundo sensual del esclavo. La mujer se incorpora. Desaparece y al rato vuelve. Le ordena levantarse. Sostiene una "jaulita" para penes en la mano, y se la pone. El esclavo se resigna a su castidad. Si se queja, el voto de castidad que le acaban de imponer se alargará aun más. Comprende que esta es su segunda y penosa penitencia y es mejor asumirla sin rechistar. Vuelve a ordenarle que se ponga de rodillas. Le observa desde arriba, altiva y con desdén. En su atalaya, se muestra inaccesible y poderosa, sin escapársele ningún detalle del comportamiento y la gestualidad de su marido esclavo.

-" ¿Sigo siendo tu Diosa después de tantos años? ¿La gran hacedora de tus deseos más inconfesables?
-" Si, si, no hay otra para mi"
- "Pues te voy a conceder el privilegio de demostrarme tu sincera devoción; de consagrarte a mi placer, renunciando generosamente al
tuyo.....  Ahora quiero que me beses el coño, que me lo llenes de besos.. Y al mismo tiempo quiero oírte decir cosas que resulten muy agradables al oído, porque has demostrado ser muy simpático y agradable cuando quieres... -Zas Zas!!- ¡Empieza!"

Besa su sexo devotamente intercalado sus besos con dádivas verbales; que ensalzan la condición de divinidad carnal que su esposa representa para él.

"Eres Mi Diosa, mi única Diosa....
Sólo deseo venerarte como tal.... Sólo vivo para darte placer...
Si me faltaras, mi vida no tendría sentido.... 
Te pertenezco...Soy tu siervo...
Nunca podré agradecerte lo suficiente todo lo que haces por mi....
Eres una mujer superior, y te venero por ello... Créeme, no concibo más dueña que tu..."

La Diosa parece complacida. Le pone la mano sobre la cabeza, acercándole a su vagina. Apoya el  el pie sobre el sillón, y el esclavo lame su sexo como ella le ha enseñado durante todos estos años de instrucción. El dar, el recibir, y el renunciar se confunden en un único placer. La Diosa queda satisfecha.... Después, repara en los restos de la fiesta

-¡Ay que ver estos de la alta sociedad como lo dejan todo... Recoge esos platos y vasos y limpiarlos...No soporto tanto desorden y suciedad... Y después..- acaricia la cabeza de su marido- ... Quien sabe... A lo mejor me vuelves a comer el coño, pero vas a tener que suplicarme, y suplicarme muy bien... Vas a tener que demostrar una gran generosidad si quieres que te libere de tu jaulita... Claro que, tu sabes donde está la llave, yo no te la escondo...Puedes cogerla cuando quieras y liberarte. Serás totalmente libre, pero debes saber que yo ya no seré más tu dueña y tu dejarás de ser mi perrito fetichista.. ¿Quieres dejar de serlo?"
- "No, no mi señora.. Solo deseo servirte"
-"Buen chico... Así me gusta -le pasa la mano por la boca- ... Ahora limpia todo esto"

Fín.