"Mi jefa, mi Ama" - Parte 6 (Por Lothbrok )

 Todo aquello parecía una especie de bizarro sueño, era como una especie de caída en picada por cada mes que pasaba me hundía más y más en un espiral de sumisión y humillación, mi universidad prácticamente dejo de importarme, ya reprobaba materias sin ningún reparo, pensaba que en un examen de extraordinario podría pasar todas mis materias así que mejor me dedique a descansar en mis tiempos libres y esperar a que empezara mi turno con mi Señora que cada vez se adueñaba más y más de mi voluntad y mi ser.

Era ya la hora de mi turno y prácticamente mi Señora Aurora no tenía ya ni una consideración por mí, ella ya podía hacer con mi persona lo que ella quería y solo le tomo 3 meses el poder someterme a su voluntad, pero en el fondo, será acaso que yo quería que pasara esto, algo en el fondo de mi deseaba que las cosas se dieran de esta forma?, era una idea en mi cabeza que me aterraba pero al mismo tiempo me llenaba de bastante placer.

Pasaban mas día y la Señora me hundía más en la sumisión, como si entrenara a su perro personal, un día al salir de su casa me detuvo y me dijo “Veo que vas progresando perrito, me ha gustado tu desarrollo, y no me ha costado mucho trabajo el someterte a mi voluntad, ves que fácil puede ser la vida si solo obedeces órdenes” yo cabizbajo respondí “Si mi Señora Aurora” “Muy bien muchacho has logrado grandes avances, sigue así pequeño y estarás más cerca de la liberación de tu servicio”

Esas palabras fueron como un interruptor en mi cabeza, había olvidado él porque estaba haciendo todo esto, el cual era la razón por la que yo soportaba toda esta situación, como fue que olvide algo tan importante como la liberación del servicio y así poder graduarme finalmente de la universidad y empezar una carrera profesional, fue en ese momento cuando recordé mi verdadero propósito, solo quedaba seguir aguantando y seguir esforzándome para que todo esto terminara pronto aunque por dentro de mi quizá no quiero que acabe.

Se acercaba el cuarto mes de servicio y por alguna razón mi Señora empezó a enterarse que yo ya no estaba cumpliendo con los estudios, estaba perdiendo tiempo en los jardines de la escuela y de repente sonó mi celular y era mi señora, me había escrito un mensaje “Tienes 30 minutos para reportarte en mi oficina” yo solo respondí “Mi Señora estoy en clases no puedo dejar la escuela en estos momentos”, volvió a contestar “Hazlo si no quieres que te cancele el servicio”.

Tome mis cosas y rápidamente me desplace hacia la oficina de mi Señora, llegue al edificio, tome el ascensor hasta el último piso, toque su puerta “Entra” me dijo fríamente, entre en su oficina era enorme con una gran vista de la ciudad, siempre me ha impresionado el lugar donde ella trabaja, denotaba porque ella es lo que es, una gran financiera, autoritaria, poderosa, todo el modelo a seguir de una mujer ejecutiva dominante.

“Sabes porque estás aquí muchacho?” yo respondí cabizbajo, no importaba en qué lugar me encontrara, siempre debía estar con la mirada hacia abajo, no podía mirar a mi superior a los ojos ya que no era digno y eso ya lo tenía muy bien aprendido “No mi Señora”, “Bueno querido niño será cierto que has empezado a faltar a clases”, mis ojos se abrieron grandes, como es que ella sabía eso, como fue que se enteró, “Bueno eso me tiene sin cuidado muchacho, no me importa lo que hagas en tus tiempos libres la verdad o que desempeño tengas en los estudios, porque sé que eres un mediocre pero es natural por tu condición”.

Trague saliva, como es que ella sabía que yo estaba faltando a clases y como es que sabía el desempeño que yo estaba teniendo no podía asimilar el que estuviera observando todos y cada uno de mis movimientos “Bueno niño ya que no vas a clases te pasas ese tiempo de holgazán y para mí eso no está bien, no me gusta verte de flojo limitándote a solo cumplir con tu turno conmigo en las tardes, así que voy a hacer algo al respecto”.

Mi cuerpo empezó a sudar sabía que algo se avecinaba, “Bueno muchacho, te hare un favor y hare que seas más productivo en las mañanas, y con decir productivo me refiero a que lo seas para mi jajaj” dio una pequeña risa “A partir de ahora, te emplearas todas las mañanas a ser mi sirviente en mi casa, me refiero a que estarás aquí desde temprano ocupándote de todo el aseo de mi casa, de mi jardín, de mi ropa, y el de mantener todos mis coches limpios y en las tardes seguirás dedicándote a ser mi chofer y mi mascota de compañía”.

Parecía que de aquí en adelante la servidumbre a mi Señora Aurora seria de tiempo completo lo único que lo impedía es que yo aún vivía con mis padres y que tenía un lugar a donde llegar a dormir, pero de ahí en fuera me tenía que dedicar a tiempo completo a mi Señora, empezaba mi nueva rutina, debía llegar temprano a casa de mi Señora, ella seguía dormida, debía entrar sin hacer ningún ruido que pudiese despertarla, una vez adentro, debía llevar a cabo una especie de ritual matutino para que ella pudiera empezar su día a día .

Tenía que preparar su café, justo al modo que a ella le gustaba, debía preparar el agua para su baño, que estuviera a la temperatura que más le complaciera, tener su vestido del día planchado y a la vista, sus documentos y carpetas debían estar ya dentro de su auto, y darle la agenda de ese día, cuando sonara su despertador yo puntualmente debía con suma delicadeza besar las plantas de sus pies para que pudiera despertar de la manera más dulce posible.

Ya era la hora y entre a su cuarto, seguía mi Señora dormida con un camisón blanco, era hermosa, sus senos se salían ligeramente del camisón, sus piernas se veían hermosas, era primavera en la ciudad y el calor era intenso, así que mucha gente optaba por dormir con poca ropa, tome solo unos segundos para contemplar la belleza de mi Señora, el despertador comenzó a sonar y me posiciones a los pies de su cama, lentamente comencé a lamer las plantas de sus pies, saque mi lengua y la restregaba de arriba hacia abajo suavemente, el aroma me inundaba y despertaba una enorme adicción que tenía por siempre poder oler sus pies.

Mi señora soltó una leve risita “Jijijiji vaya perrito pero si ya estás aquí, eso me agrada y justo a la hora, muy bien te felicito pequeño, ahora retírate, tengo que bañarme, más te vale que el agua este a la temperatura que me gusta, y más te vale no estar jugando con mi ropa interior travieso”, eso último fue penetrante en el corazón, sentía una gran culpa por aquel acto que desboco en esta situación “Pídeme algo de desayunar, porque dudo que eso tú lo sepas hacer pero no importa por ahora” no entendí eso ultimo y no preste mucha atención, antes de mi llegada mi Señora tenia siempre a sus empleados domésticos, la mayoría hombres, solamente la que hacia su comida era mujer, pero poco después de que me dijo que yo me encargaría de su casa a tiempo completo corto a todo el personal doméstico dijo que así se ahorraría un dineral en sus sueldos ya que yo lo haría sin cobrar ni un solo centavo y que más me valía hacerlo bien o seria terriblemente castigado.

Ordene de desayunar para mi Señora ya estaba servida la mesa, ella había salido de bañarse y se había terminado de arreglar, Prepare su lugar moviendo la silla para que ella se sentara, tomo asiento en la mesa, yo me había quedado parado, no sabía cómo seguir el protocolo, estaba nervioso porque ella me diera alguna bofetada o me castigara y ella lo noto “Tranquilo perrito no te hare daño alguno, veo que no sabes que sigue en esta parte así que te ayudare un poco, ves como los perros se comportan cuando están con sus dueños no muchacho?” yo respondí “Si Señora” “Como están niño?” ella me pregunto “Pues están en la mesa sentados a los pies de su Amo observándolo comer, mientras ellos esperan pacientemente”.

“Bravo perrito, diste una respuesta acertada, bien ahora que lo entiendes creo que sabes que tienes que hacer no?”, “Si mi Señora” acto seguido me puse de rodillas a los pies de mi Ama, ella me ordeno darle masaje en los pies, los masaje con mis manos, use mi lengua para lamer entre sus dedos, y olfateaba deseoso de inundarme más y más de mi Señora, todo aquello le agradaba mucho que procedió a compartirme de su desayuno tirando algunos restos al piso, algunos caían a sus pies y otros me los escupía en la boca “Traga bonito te estas portando bien, si sigues así tendrás más comida” me decía con voz melosa yo solamente en mi ser me decía a mí mismo que tenía que obedecer así evitaría todo castigo.

Termino el desayuno y ahora me tocaba llevar a mi Señora a la oficina en las mañanas, la dejaba en la entrada del edificio “Vete ahora niño tienes tareas que hacer en la casa, más te vale estar puntual en la tarde, y más te vale que mi casa este ordenada cuando la revise en la noche”

Se bajó del auto y se fue a trabajar, yo me fui directo a su casa, y me puse a hacer todo el aseo, era una casa grande por lo que tenía poco tiempo para realizar todas las tareas que me había encomendado, estaba mentalmente nervioso no quería fallar en nada no quería ser castigado y más que nada solo quería complacer a mi Señora…






Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuentos BDSM