"AMOR PSICÓTICO FETICHISTA" (Edicion retocada)



 Érase una vez un matrimonio un tanto singular. Ella, siempre había sido una mujer de carácter, muy dominante, y era la que llevaba la iniciativa en la relación, la hembra alfa. Mientras que él, siempre adoptaba un rol más dócil y sumiso, en todo momento a la sombra de ella. Si dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, detrás de una gran mujer dominante siempre hay un sufrido sumiso.

Vinieron malos tiempos, y aconteció una severa crisis económica, y el fue directo a engrosar las listas del desempleo. Con lo cuál, la dependencia hacia su cónyuge ya no era emocional y psicológica, ahora también era material y económica. Seguía intentando encontrar un trabajo, pero las cosas estaban realmente mal. Llegado un momento, ella le dijo que no veía necesario que trabajase, pues ganaba suficiente para mantenerle, con un trabajo estable y muy bien remunerado; y además, le gustaba la idea de mantenerle, e incluso, la causaba excitación sentir que iba a depender totalmente de ella.
Él, la respondió que quería trabajar pues era una cuestión de autoestima, de orgullo personal.
."Que es más importante para ti? -Le inquirió ella-  ¿Tú orgullo, o que yo me sienta orgullosa de ti? ¿Tú orgullo o complacerme ? ¿Tener tu trabajo o trabajar para mi en exclusiva? El marido se quedo pensativo, reflexionando la respuesta. Pero inmediatamente, ella interrumpió sus cavilaciones con una forma de mirarle, entre seductora y autoritaria, que siempre conseguía neutralizar su voluntad, convirtiéndola en un intento de acción  estéril e irrelevante. Se colocó frente a él, se desnudó, puso uno de sus pies apoyándolo sobre el borde de la cama y le dijo:"'Ahora te vas a arrodillar y vas a empezar a trabajar para mí, solo para mi". El marido dudó un instante, parecía querer articular alguna palabra, pero la voz de su mujer, serena, pausada y con severidad a un mismo tiempo, provocaba un click en su cerebro, activando algún resorte que le impulsaba a obedecer en un estado cercano a la sugestión hipnótica . "He dicho que te arrodilles y empieces a trabajar solo para mi desde ahora mismo"
Se arrodilló como tantas otras veces para adorar su sexo, pero esta vez el acto de arrodillarse para someterse a su placer, tenía una carga simbólica especial. Desde ese día, se fue arrollando más y más y cada vez un poco más, y sin apenas darse cuenta, se convirtió en un hombre totalmente dependiente y sometido a su esposa. Ante la ley de los hombres seguía siendo su marido, pero en la convivencia marital su esposa representaba a la única y verdadera ley. ¿Dónde había quedado su orgullo? No lo sabía, y posiblemente ya tan solo era una palabra vacía de significado. A veces lo pasaba mal, pero cada vez que su esposa regresaba del trabajo, y escuchaba el ruido de la puerta abrirse, un estremecimiento le recorría el cuerpo, como si todo su organismo segregase una sustancia muy adrenalínica y se hubiera  convertido en un adicto a ella, sin poder pasar sin ella, me refiero su esposa y su acción dominante, no a la sustancia.

Ahora su mujer llega de trabajar tras una larga jornada. Le gusta que la reciba totalmente desnudo. Deja su bolso y un paquete sobre una mesa en el recibidor. Se encamina hacia el salón, se te cuesta en un sillón. Le ordena quitarle los zapatos y le pone un pie en la cara.

"¡Huele!.... Quiero que huelas el sudor de mi esfuerzo gracias al cual vives bajo este techo, te alimento, te visto, y no tienes que trabajar... ¡Huele!"

El sumiso marido huele sus pies enfundados en nailon. Le indica quitarle las medias.

"Que afortunado eres, tu única ocupación es ocuparte de la casa y sobre todo estar pendiente de mi 24/7, mientras que yo, tengo que soportar un buen numero de tensiones laborales a diario... Dime una cosa: ..¿Eres feliz a mi lado cariño?"

"Si mi amor, soy muy feliz"

"¿Echas de menos tener un trabajo?

"No, mi amor"

"Y ...¿Quién te procura tanta felicidad?"

"Tu, mi amor"

"¿Y quien más? "

Diciendo esto su pie lo coloca debajo de los huevos del marido y empieza a frotarlos con el empeine.

"Ahhh Solo.. tú... Mi amor"

"¡Repítelo otra vez!"

"Solo tú ... Mi amor"

"Solo tú.. Mi UNICO, EXCLUSIVO Y VERDADERO AMOR sonaría mucho mejor ¿No crees?"

"Solo.. tu... Mi único, exclusivo... Ahhh y verdadero Amor"

"Mmm..¡ Ay que ver lo que me cuesta sacarte las palabras cariño, tienes que aprender a expresar mas tus sentimientos.!.. Ahora se bueno y dame un masajito en los pies... Los tengo destrozados"

El marido entrega sus manos a la tersura de los pies de su idolatrada cónyuge. Tras el masaje le interroga...

"¿Has hecho tus labores cariño?"

"Si mi amor"

"¿Y las has hecho bien?

"Si mi amor"

La mujer se incorpora y empieza a acariciarle la cabeza, mirándole con una patológica mirada mezcla de ternura posesiva, y maternalismo dominante.

"¿Te gusta ser mi chacha mi amor? "

"Ssi.. Si.. Me gusta"

"¿Pq me mientes? Sé que no te gusta nada, podría pagar una asistenta, pero lo considero un derroche innecesario, un dinero que se puede emplear en otras cosas... Y si no trabajas, es bueno para ti tener una ocupación, no quiero que te deprimas  . .. ¡Estoy muy cansada!  Y ahora no deseo acercarme al cuarto de baño, o a la cocina y encontrarme con una sorpresa desagradable, como un pelo en la taza del water, un vaso mal fregado... Tienes que esforzarte mi amor, por los dos"

"Si mi amor, tienes toda la razón"

"YO, SIEMPRE....TENGO... RAZON... Bien ¿Y que mas has hecho? Son muchas horas sólo. ."

"Nada más, sólo mis labores domesticas"

"¿No habrás estado haciendo cosas que no debes?... Sabes perfectamente que ayer te impuse un voto de castidad por encontrarme un pelo en la bañera.. ¿No la habrás incumplido?¿Te has tocado en mi ausencia?"


"Nnno.. No No ..Para nada, para nada"

"Sabias muy bien como era cuando me pediste matrimonio, yo no soy una mujer convencional... Soy extremadamente autoritaria. Y exijo una total entrega de mi maridito hacia mi. Si te impongo un voto de castidad y lo quebrantas, no me estas demostrando ni Amor, ni respeto, ni entrega.... Estar casado conmigo es como profesar una religión.. ¿No lo has entendido todavía después de estos años de casados? "

"Mi amor... Lo entiendo, pero es que no he hecho nada"

De buenas a primeras le agarra la polla, presionándola con su mano, y echádole una severa mirada de reprobación.

"No me mientas, la base de una pareja es la confianza, y ésta, no puede existir sin la sinceridad ¿Te dedicas a meneártela  mientras yo me mató a trabajar por los dos?"

"Ahhh.. Por favor.. Te juro que no me he.. No me..
 No me he tocado"

" Es posible... Pero a que.. ¿Lo has pensado eh? ¡Contesta!"

"Ahhh... Lo siento mi amor"

"Pensarlo tampoco vale, haces trampa cariño y no me gusta. Esos pensamientos egoístas de autosatisfacción, son los que te distraen, e impiden que realices tus labores como una chacha competente. Y cada vez que regreso a casa tras una agotadora jornada laboral, me encuentro con que tengo que ir arreglando tus desastres, y empiezo a perder la paciencia, ¿Me entiendes cariño?... Al menos, necesito que me entiendas"

"Te entiendo... Ahhh...Te entiendo.. Lo siento mucho"

Una mano le tiene agarrado y la otra le suelta dos bofetadas zas zas!! Le abofetea la cola. Zas Zas!!

"¡No me sigas la corriente como a los tontos! "

Se levanta con gesto muy airado, y camina descalza hasta el baño. El marido escucha caer el pis de su conyuge. La pequeña cascacada dorada cesa, y el aire se llena de la voz reprochadora de su mujer:

"¡Ven aquí ahora mismo!"

Se acerca hasta el cuarto de baño, ella sentada en la taza del water, le señala el lugar vacío donde debería haber un rollo de papel higiénico.

"¿No has repuesto el papel higiénico?"

"Lo siento... Se ha terminado"

"¿Y no has ido a comprar mas?"

"Se me ha ido el santo al cielo... Yo... Lo iba a comprar... Pero... Al final se me ha olvidado. .Y ya ibas a llegar tu y si no me encuentras en casa.."

"Definitivamente... ¡Eres una chacha desastrosa!

Se levanta, con una expresión de hastío y enfado pone su pie sobre la tapadera de la taza, doblando una pierna, le ordena a su marido acercarse y ponerse de rodillas.

"¡Límpiame con la lengua!

El marido se arrodilla y lame sutilmente la vagina humedecida por el orín de su adorada cónyuge. A ella, se le dibuja una medio sonrisa de sádica satisfacción. No hay nada como llegar a casa después del trabajo, hacerle sufrir y sentir la lengua de tu marido esclavo cada vez más devota y sometida. Te arregla el día...  Le quiere tanto, no se imagina la vida sin él, pero solo sabe expresarle su amor haciéndole sufrir.. Y además, á él le gusta..
Le suelta una bofetada y encamina sus pasos hacia el salón. Vuelve a requerir la presencia de su esposo.

"¿Has barrido y fregado el suelo de la casa?"

"Si mi amor"

"¿Cuantas veces has pasado la escoba y la fregona?"

"Doo.. Dos como me dijiste"

"¡Te dije tres!... ¿Sabes cual es la prueba definitiva en que se demuestra que una chacha esta siendo  aplicada?"

"Nn...No"

"¡Que huele a lejía!... Tu, hueles a colonia cara de señorito mantenido por su señora esposa.."

La mujer empieza a caminar descalza por el salón. Después se sienta y se pone a examinar las plantas de sus pies. Extiende su pierna y le indica a su marido que se arrodille y observe la planta de su pie.

"¿Hay pelusa en mi planta?"

"Un... Poco"

"¡Un poco!... Dime una cosa. .. ¿Para un fetichista como tu puede haber algo mas sagrado que los pies de su amada esposa?"

"No.... No lo hay"

"Pero has permitido que me ensucie los pies UN POCO. ¿Eso es lo que veneras mis pies?...¿UN POCO? ¿Es este el nivel de tu devoción por mi?"

"Perdona... Perdóname"

"¡Cállate y límpiamelos con esa lengua de perro ocioso que tienes !"

La lengua del marido trabaja afanosamente. La mujer le golpea la boca con sus plantas. Quiere oírle suplicar perdón ante las plantas de sus pies, le ordenar lamer nuevamente hasta que otra vez le golpea, para que vuelva a suplicar que le perdone. Después, le introduce un pie en la boca, luego el otro y chupa compulsivamente, por medio de su lengua salivada intenta desesperadamente lavar sus pecados ante el alma psicótica de su esposa. Le obliga a tumbarse para ser su alfombra y castiga su cuerpo con las plantas mancilladas de sus pies. Tras sentir la furia de sus pies le ordena incorporarse. Y ella, despliega todas sus artes escénicas...

"¡No puedo mas, ya no puedo más! - empieza a decir en un tono de afectada desesperación y hartazgo - es que creo que ni siquiera me escuchas, no se como decirte las cosas. He llegado a mi limite y creo que tenemos que dejarlo"

"No, por favor- suplica el marido - te juro que me esforzare mucho más a partir de ahora, por favor"

"Lo siento, también es doloroso para mi, pero mi decisión esta tomada, y creo que es lo mejor para los dos"

"Te suplico cariño, dame otra oportunidad, será como tu quieras..."

El marido continua suplicando. Ella escucha con actitud disciplente y distante, situándose  de perfil. Gira su cabeza hacia él. Observa a su marido, arrodillado, desnudo, y suplicando como un alma en pena. Extiende su pierna distraídamente y con ligereza. La punta de su pie juguetea con el pene del marido. Le sigue observando con distante y fija seriedad.

"Sigue suplicando.. Te pones muy guapo cuando suplicas ¡Suplícame!

El marido prosigue con sus ruegos lastimeros entrecortadamente, y una erección, que solo ella es capaz de producirle empieza a tomar vida. A la mujer le invade una sensación de poder excepcional, otorgada por la belleza de sus pies, y su actitud de diosa dominante del erotismo mas perverso. Una corriente recorre todo su cuerpo, en una vibración única, que le provoca un inefable estado de excitación. Su marido suplica, cada vez mas desesperado...

"Por favor,... Seré una buena..  Una buena Chacha y..."

"¿Que has dicho? -Pregunta con un distraído interés- Repítelo" - Y al tiempo su empine presiona los huevos del marido -

" Ahhh... Seré... Una buena... Ahhh..Chacha"

Retira su pie, y adopta una actitud de maestra que imparte lecciones de supremacía moral.

"No tienes que serlo, tiene que gustarte serlo, y entonces, seras la mejor de las chachas que se pueda tener... Cuando limpias el suelo, tienes que pensar que es el suelo que mis cansados y abatidos pies pisan, cuando limpias la taza del water, tienes que pensar que es donde mi hermoso culo denscansa, para que mi sagrado coño haga pipi.... Limpiar la casa es tan importante como adorar mis pies, mi escultural culo o mi sagrado coño, si no limpias bien... ¿Qué clase de adoración me profesas? ¿Qué clase de sentimientos tienes hacia tu amada esposa? ¿Eh?"

"Tienes toda la razón, lo dejare como los chorros del oro"

"Eso es, quiero que este suelo resplandezca a mi paso, y que mis plantas permanezcan relucientes, ¿Entiendes?"

"Si, cariño"

La mujer emite un impostado suspiro de claudicación.

"¿Que voy a hacer contigo?... Te voy a perdonar, y te voy a conceder otra oportunidad, pero estas a prueba. No voy a pasarte ni una mas"

"Gracias.. Gracias mi Amor, te juro que no te vas a arrepentir"

"Menos palabrería y mas hechos"

Diciendo esto, le tiende la mano, indicándole que la mire.

"Después de trabajar me he ido a hacer las uñas y me las he pintado de tu color favorito. Siempre pensando en como satisfacerte, en cambio yo llego a casa después de trabajar y me encuentro con tu falta de atención hacia mi ...."

"No se que decir, perdóname... No te merezco.. "

"Exacto... No me mereces... Al menos lo reconoces... "- exhala un suspiro- ¡Ven aquí ponte mas cerca!"

El marido se acerca hacia donde esta ella sentada y aguarda de rodillas. Le coge la cabeza entre sus manos, le observa con doliente ternura.

"No se como lo haces, pero siempre consigues ablandarme. Te aprovechas de una pobre mujer trabajadora que se encuentra sola en la vida... Anda, ¡Abrázame!"

La mujer acoge a su marido en su regazo, siente la suave presión de sus pechos sobre su cara. Arde en deseos de comérselos, pero esta bien enseñado, y sabe que el acceso al paraíso esta supeditado a los caprichosos deseos de su idolatrada esposa. Deja de abrazarle  y vuelve a dirigirse a él...

"¿Has visto el paquete que he traído?

"Eeeh.. Si, lo he visto"

Es un regalo para ti, ¿Ves que poco me mereces?... ¿No quieres saber lo que es?

" Si, si claro"

Es un vestido negro de sirvienta picarona, con su delantal, su cofia, y sus braguitas a juego..... 
¿Qué ocurre? Ahora mismo se te ha puesto una cara como a esos niños que no les traen los regalos que habían pedido a los Reyes y desprecian los que les han traído... Siii..Se te ha puesto cara de niño demasiado consentido...
¿No te gusta mi regalo? ¿No te gusta darme satisfacción ?"

-" No no no... Quiero decir... Si si si... Me encanta.. Tu satisfacción  es lo mas importante... Para mi"

Se le queda mirando muy seria, con unos ojos muy fijos que parecen escupir fragmentos de lava volcánica, una mirada de esas capaz de congelar el alma, recorriéndola en un escalofrío interminable. Parece como si fuese a desatarse otra tormenta apocalíptica, pero finalmente, el rostro de la mujer se relaja, adoptando un gesto mas indiferente y altivo, una augusta y femenina expresividad de perdonar la vida, pero que no es ningún ademán impostado, pues su rostro refleja con perfecta exactitud la verdad. Ella, tiene el poder de matarle para resucitarle, y después, perdonarle la vida.

-" No me gustan esas caras, no puedes decir que vas a ser una buena chacha y luego si te traigo un vestidito de chacha poner esa carita.. No es coherente"

-"Estoy muy contento, deseando probármelo créeme por favor... Sólo deseo satisfacerte"

-"Esta bien.   Luego te lo vas a probar y mañana, cuando regrese del trabajo, quiero vértelo puesto, quiero que te pongas guapo para recibirme, no creo que sea pedirte tanto...¿Has entendido?"

" Si si, me lo pondré..  Será como tu quieras"
-
¿Mis bofetadas te han hecho daño cariño?

"No no... Muy poco"

-"Si me pongo dura y te hago daño es por tu bien" ¿No me guardas rencor verdad?"

-"No cariño, que cosas tienes"
-
"Besa mi mano.."

El marido besa y chupa la mano castigadora de su esposa.

"Mmmm  Así me gusta...Muy bien, no puede haber rencor entre nosotros, ¿Verdad mi amor?.... Bueno, me has hecho pasar un día muy malo, no me ha gustado nada lo que me he encontrado en casa al llegar de trabajar, ¿Estas arrepentido?"

"Si mi amor"

"¿Muy arrepentido?"

"Claro mi amor"

"Pues... Quiero... Que me expreses tu arrepentimiento a un nivel muy profundo, quiero que me alivies las tensiones laborales, y quiero, que me hagas olvidar los disgustos que me das.... Y también, deseo que me hagas sentir lo feliz que eres, al no  tener que trabajar y solo trabajar para mi"

La mujer pone la mano sobre la cabeza de su marido, acariciándosela.

"Si eres una chacha aplicada y un marido obediente, obediente como un perro bien amaestrado, podemos ser muy felices ¿Entiendes cariño?"

"Si, mi amor"

"Estamos hechos el uno para el otro, sobre todo tú, estas hecho para mi...¿No crees cariño?"

"Si, mi amor"

"¿Me quieres?... Últimamente no me lo dices mucho"

"Te quiero, te quiero mucho"

"Mmm eso es... Debes agradecer todos los diís el haberme encontrado, ahora vas a terminar de limpiar lo que has empezado antes en el baño "

La mano de la mujer sobre la cabeza del marido presiona hacia abajo para someterle  a su entero placer. Lo apresa entre sus piernas y la oye decir:

"Trabaja para mi... Chupa"

El marido es consciente de que ha sido presa de sus propias debilidades, ha caído en las redes de una psicópata dominante más allá de lo razonable, y ya no tiene ningún control sobre su voluntad. Se ha casado con una autentica hija de puta, pero es una hija de puta... Tan adorable.

Fin.






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